Iñaki Urdangarin sigue en la prisión de mujeres de Ávila en un módulo exclusivo para él. Este privilegio, que no tiene ningún otro preso de España, no complace lo suficiente el exduque y pide una corte de guardaespaldas cuando visita Euskadi de permiso con la hermana del rey. Y como el escándalo de once guardaespaldas, once, para proteger a Cristina e Iñaki paseando por Vitoria saltó a la prensa, el ministerio del Interior los ha reducido a dos

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El exduque de Palma en prisión (una imagen que NUNCA hemos visto) dice que está triste cuando vuelve del permiso a Vitoria. Escribe Pilar Eyre: "Apenas se ha dejado ver, ya que solo disponía de dos escoltas, lo que ha limitado sus actividades, por seguridad". Añade Eyre en Lecturas: "Está nervioso, duerme mal, en la calle se bloquea y, en el volver al centro, necesita ayuda terapéutica porque cae en un profundo abatimiento". Un patrón de algunos presos de permiso que se repite en el marido de la infanta Cristina. Abatido, va al psiquiatra de la prisión. 

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Eyre ha hablado con una amiga de la infanta para saber por qué van siempre a Euskadi y no a Madrid:  "Si la pareja se reúne en Vitoria es para que no sean tan evidentes los desprecios que sufre por parte de la familia real. "Si yendo sola ya la tratan como una apestada, imagínate yendo con Iñaki...Tienen las puertas de Zarzuela cerradas, no pueden alojarse en un hotel y tampoco poseen casa propia". Los reyes los han vetado en Palacio y no tienen casa fuera de la de Ginebra. ¿De qué trabajará Urdangarin cuando cumpla la condena?

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La noticia que publica Eyre es que "Juan Carlos está intentando encontrarle un trabajo en el extranjero, ya que los reyes no quieren tenerlo cerca.". Juan Carlos unió a Corinna r Iñaki y la amante del rey le consiguió al todavía duque un trabajo de 200 mil euros en la Fundación Laureus, que el yerno del rey rechazó porque le parecía poco. Prefirió los 6 millones de euros públicos que robó el Instituto sin ánimo de lucro Nóos.