Iñaki Urdangarin ha dejado atrás un pasado que prefiere olvidar. Nunca hubiese pensado que acabaría entre rejas, pensaba que podía hacer lo que quisiese porque siempre estaría protegido por la corona y por Juan Carlos, con quien tenía una excelente relación. Sin embargo, los cimientos de la institución empezaban a temblar y la ciudadanía se volvió en contra de ellos, así que no le quedó más remedio que utilizarle de peón si quería salvar a la infanta Cristina, el exduque pagó por todos sus errores, pero también por los del resto. Fue un daño colateral. Por este motivo, ahora que se ha divorciado de la infanta Cristina ha decidido borrar a los Borbón de su vida, pero con las manos llenas de dinero. El emérito se ha preocupado personalmente en que no le falte absolutamente nada. Le ha ingresado dos millones de euros y cobra 25.000 euros mensuales de por vida, toda esta información según Juan Luis Galiacho para ‘El Cierre Digital’.
Aunque en esta ocasión vamos a retroceder más años, concretamente al momento en que ingresó en la cárcel de Brieva. Estuvo en prisión, pero no como cualquier otro preso. Iñaki Urdangarin ingresó en la cárcel de mujeres, era el único varón. Además, estuvo en un módulo completamente solo, sin compañeros. También disponía de gimnasio, piscina y biblioteca. En comparación a las presas, no estaba nada mal. Y ahora que está tan de moda ‘El Caso Asunta’, en Netflix, el ex de la infanta Cristina compartió cárcel con Rosario Porto, que terminó suicidándose en 2020.
Los motes que las presas de Brieva le pusieron a Iñaki Urdangarin
Las presas se volvieron locas al saber que un hombre entraría en sus dependencias, y más cuando descubrieron que esa persona era Iñaki Urdangarin. Ningún movimiento del exduque de Palma pasaba desapercibido en prisión para ellas, así lo contó Pilar Eyre en la revista Lecturas. "Cristina, f... bien, que si no lo haremos nosotras, ¡qué estamos muy cachondas y él está muy bueno!" o "¡Déjalo a gusto, exprímele, que si no aquí estamos nosotras para f..., que pasamos mucha hambre!" son algunas de las frases que la hija de don Juan Carlos y doña Sofía tiene que escuchar en sus visitas a la cárcel, tal y como ha revelado Eyre en su blog.
Las mujeres de la cárcel le pedían a las funcionarias visitar a Iñaki Urdangarin en su módulo. Le llegaban muchas invitaciones para conocerse. En prisión el exduque no era conocido como el marido de Cristina, ni Iñaki, le ponían motes, pero para nada despectivos. Iñaki Urdangarin es conocido en la cárcel como el "pibón de Brieva", el "chorbo de Cristina", "tiarrón del norte" o "chuletón vasco”. El exjugador de balonmano estaba encantado porque era una persona a la que le gustaba gustar y tener a cualquier mujer detrás, aunque estuviesen en la cárcel. Se le hizo la convivencia más amena.