Parece que el culebrón de la separación de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina llega a su fin. Si las fuentes no están equivocadas, la firma definitiva se espera para el próximo mes de noviembre. Tendrá lugar en Barcelona, en un notario de la ciudad condal. Y a estas alturas ya lo tendrían todo acordado. Lo que recibirá Iñaki Urdangarin se aleja mucho de la cifras que se habían barajado.
Según apuntó Juan Luis Galiacho y confirmaron otros medios, Iñaki pidió un pago de dos millones de euros y un sueldo vitalicio de 25.000 euros. Es lo que reclamaba para guardar silencio sobre los secretos que conoce de Juan Carlos y otros miembros de la familia real y que plasmó en unas memorias, por las que supuestamente le habían hecho una suculenta oferta por publicar.
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin cierran el acuerdo definitivo del divorcio
Unas cantidades que la infanta Cristina habría considerado demasiado altas y humillantes. Al fin y al cabo, el que cometió infidelidad fue Iñaki. Y solo faltaría que, después de engañarla públicamente con Ainhoa Armentia, tuviera que pagarle la fiesta a la amante de su ex. Y por eso se habría demorado en firmar, pues se esperaba que zanjaran el acuerdo en junio de este año, después de que Irene cumpliera 18 años. Aunque también hay algunas fuentes que apuntan que el motivo de que Cristina no haya firmado es sentimental, pues la hija de Juan Carlos seguiría enamorada y mantenía las esperanzas de que Iñaki volviera. De hecho, todavía lleva la alianza de casada.
Sea como sea, el acuerdo ya estaría cerrado y habrían pactado la firma para el próximo mes de noviembre, con unas condiciones que nada tienen que ver con lo que habría pedido Iñaki. No han trascendido las cifras exactas, pero se especula que serían unos 5.000 euros mensuales. Además, Cristina e Iñaki se repartirán al 50% el apartamento que tienen en Bidart. Un chalet que compraron a medias y que seguirán disfrutando ambos por separado.
Urdangarin elige a Ainhoa Armentia
Unas condiciones que, pese a estar alejadas de lo que Urdangarin pretendía, habría aceptado por amor. Porque Cristina le puso la condición de que, su cumplía con sus exigencias, no podría hacer vida en conjunto con Ainhoa Armentia. Si no, la pensión se quedaría en esos aproximados 5.000 euros. Iñaki, que lleva tiempo haciendo planes con Armentia, no ha tenido otra opción que aceptar la última jugada de la que pronto será su ex esposa. De hecho,, ambos han hablado incluso de boda.
Asimismo, el ex jugador de balonmano tampoco recibirá nada de los bienes de Cristina. Y es que el divorcio se regirá por el Código Civil de Cataluña, donde la separación de bienes se prioriza ante las capitulaciones matrimoniales. Es decir, cada uno se quedará con lo que ya tiene.