Iñaki Urdangarin retomará sus negociaciones con Cristina de Borbón para zanjar de una vez por todas el divorcio. A finales de julio decidieron tomarse un merecido descanso para desconectar y retomar la batalla legal más adelante. El exduque de Palma y la infanta no logran llegar a un acuerdo de divorcio más de un año después de anunciar su separación. Todo parece indicar que se trataría de las exigentes peticiones del progenitor.
El exduque de Palma pediría 25.000 euros mensuales de por vida, dos millones de euros como indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, varias propiedades de la costa francesa, mantener sus escoltas y financiar todos los viajes relacionados con sus hijos. Juan Carlos se ofreció para hacerse cargo de todos los gastos, pero la infanta no quiere que su padre se encargue de esto. La hermana de Felipe no piensa hacerse cargo de esos gastos tan elevados porque ni tan siquiera puede hacerles frente con su sueldo de 400.000 euros anuales.
Iñaki Urdangarin no mantiene relación con Irene Urdangarin
Cristina de Borbón se siente humillada por parte de Iñaki Urdangarin. Cree que el trato del padre de sus hijos es inmerecido. La infanta apoyó en todo momento a su todavía marido cuando le salpicó el caso Nóos y entró en prisión. Decidió abandonar la corona para apoyar al padre de sus hijos y mantener la unidad familiar. Ahora el exjugador de balonmano quiere arruinarla y perjudicar a la corona. Culpa a Juan Carlos de todos sus males, entró en prisión porque alguien debía pagar por ello para demostrar que la justicia es igual para todos. El hijo de Clarie cree que, con sus influencias, podría haberle salvado de los peores años de su vida, y ahora la corona va a pagar.
Aún con todos los problemas, la infanta siempre ha hablado bien de Iñaki Urdangarin a sus cuatro hijos, y siempre ha intentado que mantengan una buena relación. De hecho, el exduque estuvo presente en la graduación de Irene, su hija pequeña. No obstante, la joven no mantiene una estrecha relación con su padre.
La relación entre Irene e Iñaki es cada vez más tensa. La complicidad que existía entre ellos está totalmente rota. La joven siempre ha vivido con su madre y la ha visto sufrir en estos últimos años, por ello no perdona la infidelidad de su padre a su madre con Ainhoa Armentia. No logran aparcar sus diferencias y perdonarse.
Por ahora, ninguno de los hijos de Iñaki y Cristina conocen a Ainhoa Armentia. Hasta que no finalice el divorcio no quieren mezclar las cosas. Prefieren ir paso a paso.