Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón no llegan a un acuerdo satisfactorio para ambas partes por cuestiones económicas. Las exigentes peticiones del exduque de Palma serían el principal problema. La infanta no está dispuesta a mantener al padre de sus hijos, y muchos menos a su nueva pareja. Sería una nueva humillación y ya tuvo suficiente con la infidelidad de Iñaki con Ainhoa Armentia en la playa de Biarritz. Aunque hace más de un año que anunciaron su separación a través de un comunicado, el todavía matrimonio no ha firmado los papeles. Se esperaba que sucediese la semana del 5 de junio, cuando Irene, la más pequeña de los hijos, cumplía la mayoría de edad, de esta forma no tenían que vincular a ninguno de ellos.
El exjugador de balonmano pediría 25.000 euros mensuales de por vida, dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, varias propiedades en la costa francesa, mantener sus escoltas y financiar todos los viajes relacionados con sus hijos. Vivir a cuerpo de rey, y es que para Iñaki este proceso es una venganza. Culpa a Juan Carlos y a la corona de todos sus males. Cree que el emérito podría haberle librado de prisión, no obstante tuvo que utilizarlo como peón para demostrar que la justicia es igual para todos.
Este mes de agosto, la infanta Cristina ha pedido a Iñaki un receso en esta batalla legal. Necesita un descanso para liberarse del estrés de esta situación. Ha llegado a un momento límite. En septiembre retomarán las negociaciones más calmados. No obstante, el exduque tiene prisa porque quiere una vida normal con Ainhoa Armentia, y tiene muchos planes de futuro.
Irene Urdangarin no tiene ninguna relación con Iñaki
Quienes más sufren en esta batalla son los hijos de Iñaki y Cristina. Mientras Juan, el mayor, ha encajado muy bien la ruptura, Miguel e Irene han sido los más perjudicados. El joven ha estado siempre muy arropado por su madre y es una persona muy importante en su vida, mientras que la más pequeña lleva toda su vida viviendo al lado de la infanta. Aún continúan juntas en Ginebra, ha visto llorar a su madre y eso es algo que no perdona a su progenitor. Cree que la actuación de su padre ha sido incorrecta. Podrían haber acabado las cosas siendo sinceros el uno con el otro y no con una infidelidad.
Iñaki Urdangarin conoció a Ainhoa Armentia en el bufete de abogados en el que trabajó al salir de prisión. Los dos tenían problemas en sus matrimonio y la amistad se forjó en relación.
La relación entre Irene e Iñaki es demasiado tensa, aunque Cristina intenta intervenir para que el contacto entre ambos mejore. A pesar de lo sucedido, la infanta nunca ha hablado mal del exjugador de balonmano a sus cuatro hijos. La más pequeña de la familia no quiere verle.