Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina firmarán el divorcio el próximo mes de mayo. Ambos han llegado a un acuerdo que beneficiará en mayor medida al ex duque de Palma. El todavía matrimonio espera a ese mes porque será cuando Irene Urdangarin, su única hija menor, cumpla la mayoría de edad. De este modo ninguno de sus hijos estará implicado en el proceso. De esta forma darán punto y final a dos décadas de amor.
La infanta Cristina quiere agradecerle su plena implicación en el caso Nóos. Ha sido Juan Carlos quien ha recomendado a su hija que le pague todo lo que pida y cumpla con todos sus requisitos, como mantenerle el escolta, para garantizar su silencio. El emérito se encargará de todos los gastos extras. A cambio recibirá una paga de 25.000 euros, una indemnización de dos millones de euros y algunas de las propiedades de la costa francesa se pondrán a su nombre. También le costeará todos los viajes que estén relacionados con las visitas a sus cuatros hijos. Según Juan Luis Galiacho, el exjugador de balonmano habría pedido más dinero a Cristina y que se le abonase la cantidad “en un solo pago”.
Juan Carlos afrontará todos los gastos extra para mantener a Urdangarin en silencio
Juan Carlos I tiene mucho miedo. En el acuerdo de divorcio se ha establecido una cláusula millonaria donde se garantiza el silencio de Iñaki Urdangarin. Si éste rompiese el acuerdo y hablase sobre los entresijos de Zarzuela debería pagar una indemnización que le arruinaría de por vida. Cuando salió de prisión se le ofreció un libro y se le abonaría dos millones de euros. Sin embargo, éste se negó.
El ex duque de Palma tiene mucha información que podría usar en contra de Juan Carlos I, quien le metió en la cárcel. Y es que Iñaki ingresó en prisión sin mencionar a nadie más para salvar la corona, una petición del emérito.
Mucho se habla de las relaciones extramatrimoniales de Juan Carlos I. Iñaki era conocedor de muchas de sus relaciones. Tenía una mujer en cada ciudad, y algunas esporádicas. Con algunas de ellas se rumorea que pudo tener descendencia. Sin embargo, son episodios oscuros del monarca que siempre se ocultaron con dinero.
Se le reconocen hasta cuatro hijos. Uno de ellos Albert Solà, quien murió el año pasado antes de participar en la grabación de un programa de Telecinco. Pero hay una nueva hija. "Es una señora muy conocida, hija de una pareja de la aristocracia. Cuando se casó ocupó portadas de revista". Eyre, una maestra del suspense. No suelta el nombre, nos pone los dientes largos. "En Madrid, que es dónde vive esta persona, esta historia la conoce todo el mundo porque la madre es la primera que estaba orgullosa de decir que su hija era del rey, y lo contaba”.