Iñaki Urdangarin ha demostrado que su relación con Ainhoa Armentia está afianzada. Todos creían que sería una cosa pasajera, y que esa relación no iba a durar, pero ha demostrado que se equivocaban. El exduque de Palma está muy enamorado y ha luchado por la relación. Ya llevan tres años juntos y hace unos meses que dieron el paso de vivir juntos, prefieren ir poco a poco.
El exduque de Palma ha dado demasiados quebraderos de cabeza a la familia real. Iñaki Urdangarin ingresó en prisión por el caso Nóos, fue el peón para salvar a la corona. Juan Carlos I le obligó a entrar en la cárcel sin rechistar. Ya hubo bastante con ver a la infanta Cristina declarando en el banquillo de los acusados. Allí empezó el declive del matrimonio. La hija del emérito apostó por su relación, y no quiso divorciarse, pero sus visitas a Brieva se redujeron con el paso del tiempo hasta el punto de desaparecer, estaba claro que existían problemas en el matrimonio. Por ello, no se puede hablar de infidelidad cuando Iñaki empezó a verse con Ainhoa Armentia, Cristina y él ya estaban separados.
Iñaki Urdangarin quiso divorciarse para aprovecharse de los Borbón, era su oportunidad para vivir como un rey al lado de Ainhoa Armentia. Había soportado unos años en prisión y la humillación pública, quedando marcado para siempre. Juan Carlos le prometió que cuando saliese de prisión le solucionaría su vida para que no tuviese ningún problema, y eso es lo que pidió en la batalla legal por el divorcio, dinero, mucho dinero.
Iñaki Urdangarin rompe la cláusula y pide más dinero
El exjugador de balonmano sabe demasiadas cosas de la familia real, incluso podría implicar a más de uno en el caso Nóos y reabrir heridas. Ha compartido más de dos décadas con la familia, pero por ahora se ha negado a hablar, básicamente porque Juan Carlos ha cumplido su palabra. El emérito le haría transacciones desde Suiza todos los meses para no declarar ese dinero. Se habla de dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que una editorial le ofreció escribir y al que renunció y 25.000 euros mensuales de por vida. Una cantidad que primero pagaría Juan Carlos, pero el día de su fallecimiento continuaría la infanta Cristina.
Sin embargo, parece que Iñaki Urdangarin no estaría satisfecho con esta cifra. El exduque de Palma quiere más dinero. Desde hace unas semanas amenaza a Zarzuela con contar muchas verdades, especialmente de Letizia, con quien mantuvo muchas conversaciones al principio de su relación con Felipe, eran uña y carne, le sonsacó mucha información.
Según Juan Luis Galiacho, Iñaki quiere 50.000 euros mensuales. Una cantidad que en el futuro la infanta Cristina no podría asumir, ya que solo ingresa 400.000 euros anuales, y eso serían 600.000 euros anuales.