Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón han puesto punto y final a su relación con la firma del divorcio. Han pasado dos años desde que se hicieron públicas unas fotografías donde se vio al exduque de Palma en compañía de otra mujer dando un paseo por la playa de Biarritz. Unas imágenes que sorprendieron a la propia infanta, ya que no sabía que el padre de sus hijos mantenía una relación con otra persona. Era consciente de los problemas que existían en su matrimonio, ya que la entonces pareja llevaba separada varios años desde que el exjugador de balonmano entró en prisión. Ella se quedó en Ginebra y él en Vitoria. Las visitas de la hija de Juan Carlos a la cárcel se redujeron hasta el punto de no aparecer nunca. El hijo de Claire recibió el tercer grado y Cristina ni se acercó a pasar el día con él.
La infanta Cristina estaba muy enamorada de Iñaki Urdangarin, de hecho personas de su entorno aseguran que a día de hoy todavía lo está. La hija de la reina Sofía mantiene el anillo de casada que en sus últimas apariciones, como el cumpleaños de la infanta Elena, se ha tapado con las manos. La hermana de Felipe no quiere desvincularse del exduque de Palma a pesar de la traición y humillación pública.
Les ha costado dos años llegar a un acuerdo de divorcio, pero finalmente han decidido dejar de pelear y empezar vidas separadas. Iñaki y Cristina ya habrían firmado el divorcio y sería un abogado de Barcelona quien estaría preparando un comunicado para confirmar el fin de la relación. Iñaki ha conseguido su objetivo. Se ha marchado con dos millones de euros bajo el brazo en concepto de indemnización y un sueldo de 25.000 euros, aunque ha perdido su escolta y todavía no se ha concretado que sucederá con la propiedad de Bidart.
Iñaki Urdangarin no iba a divorciarse si no le hubiesen descubierto
Iñaki Urdangarin desea ser una persona anónima y disfrutar de su nueva vida al lado de Ainhoa Armentia, con quien tiene intenciones de casarse en un futuro próximo. El exduque de Palma fue descubierto con las manos en la masa, pero sino no tenía pensado por el momento comunicarle a la infanta Cristina su separación.
El exjugador de balonmano estuvo viéndose con ambas a la vez. Conoció a Ainhoa Armentia en el bufete que trabajó al salir de prisión. Los dos atravesaban un mal momento en sus respectivos matrimonio y se consolaron el uno al otro. Siempre salían con un grupo de amigos por ello no fueron descubiertos. Iñaki se marchaba en alguna ocasión a Ginebra para ver a su entonces mujer y tenía relaciones íntimas con ella, como también con la abogada, ninguna de las dos sabía nada.
Parece que es una práctica habitual en Iñaki Urdangarin cuando otra persona se cruza en su camino y tiene que tomar una decisión respecto al amor.