Cristina de Borbón decidió mantenerse al lado de Iñaki Urdangarin cuando estalló el escándalo del caso Nóos, a pesar de las consecuencias que ello podría tener para la imagen de la familia real. El exduque de Palma fue declarado culpable y finalmente ingresó en prisión, lo cual generó una gran tensión en su matrimonio. En aquel momento, el rey Juan Carlos aconsejó a su hija que se divorciara para proteger la estabilidad de la Corona, pero Cristina optó por priorizar a su familia y su matrimonio. Durante los primeros años de condena de Iñaki, la infanta le visitaba con frecuencia en la cárcel de Brieva, en algunas ocasiones acompañada por la reina Sofía. Sin embargo, con el paso del tiempo, esas visitas comenzaron a disminuir.

Cuando Iñaki recibió en 2021 el tercer grado, que le permitía una semilibertad y solo le requería dormir en prisión, su vida dio un giro. Empezó a trabajar en un bufete de abogados en Vitoria, y fue en ese ambiente laboral donde conoció a Ainhoa Armentia, quien actualmente es su pareja. Este nuevo vínculo amoroso marcó un punto de inflexión en la relación con Cristina, quien seguía residiendo en Ginebra junto a su hija Irene. A través de filtraciones y comentarios de periodistas como Pilar Eyre, se supo que el matrimonio estaba pasando por un momento delicado, ya que la distancia y las tensiones acumuladas afectaban la relación.

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Iñaki se estuvo viendo con Cristina y con Ainhoa a la vez 

En 2022, unas fotografías de Iñaki junto a Ainhoa caminando juntos y en actitud cómplice por una playa de Biarritz salieron a la luz, confirmando lo que ya se sospechaba: el matrimonio estaba roto. Cristina, madre de Irene, Pablo, Juan y Miguel, había albergado la esperanza de superar sus problemas y recuperar la relación, pero la aparición de Ainhoa en la vida de Iñaki fue un golpe definitivo. El exduque de Palma tomó entonces la decisión de apartarse del foco mediático y desligarse de los Borbones, quienes, según su perspectiva, habían afectado sus planes de vida e incluso lo llevaron a prisión para proteger la institución monárquica.

Sin embargo, Iñaki no pretendía desvincularse sin obtener una compensación económica. Según el periodista Juan Luis Galiacho en *El Cierre Digital*, el exduque no se marcharía sin recibir lo que le correspondía en el acuerdo de divorcio, donde incluso se mencionó la posibilidad de una compensación económica de Juan Carlos.

Cristina se sintió traicionada y humillada al ver cómo su matrimonio de más de veinte años terminaba en medio de una infidelidad. Para ella, Iñaki había sido el amor de su vida, y jamás pensó que terminarían de esta manera. A su vez, el exduque también experimentaba resentimiento hacia la infanta, al creer que ella le había sido infiel durante su estancia en prisión. Según diversas fuentes, Iñaki sospechaba que Cristina mantuvo un romance con un aristócrata de Barcelona, y esa creencia habría sido un motivo adicional para pedir una compensación más elevada en el divorcio.

Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin