Nadie quiere tener cerca a Iñaki Urdangarin, ni Letizia ni Quim Torrra. El exduque de Palma, desposeído del título nobiliario y de libertad, avista su primer permiso penitenciario. Se especula si dejará la prisión de mujeres de Ávila cuando cambie de categoría de presidiario para ir a chirona a dormir. Quien ha investigado es Pilar Eyre. En su blog de Lecturas pone fecha al día que veremos la foto más buscada desde hace un año y un mes: Iñaki Urdangarin saliendo de la prisión. Será, según sus cálculos, un miércoles, el 18 de diciembre.
Escribe Eyre sobre dónde irá el cuñado del rey cuando salga de prisión: "No a Zarzuela, la Casa Real lo considera un elemento altamente tóxico. Tampoco a Barcelona, ya que los responsables carcelarios no van a permitir que un Borbón consorte se aloje en sus prisiones". Catalunya es la única comunidad con competencia de prisiones, y no quieren un borbón al lado de los presos políticos. Urdangarin podría pedir el traslado a Lledoners pero Eyre se adelanta: la conselleria de Justicia, en manos de ERC, dice que ni hablar.
La opción más verosímil sería ir a una prisión vasca, cerca de la familia Urdangarin: "La prisión de Álava, Zaballa, la antigua Nanclares de Oca. Es la más moderna de España y las celdas son muy amplias. Pasaría la jornada en casa de su madre, incluso la infanta podría alquilar un piso, hay que tener en cuenta que gran parte de su trabajo se realiza online". El problema que omite Eyre no es que la infanta haga ver que trabaja abriendo mails. Es que la nueva prisión de Nanclares de Oca, Álava, está llena de presos de ETA. Urdangarin pasaria de vivir solo, sin compartir espacios con las presas de Brieva, a hacerlo con etarras.
La fase final del cumplimiento de los 6 años de condena llegaría con una pulsera telemática para tener al preso controlado: "Cuando Iñaki obtuviera el tercer grado, en julio de 2021, con una pulsera telemática podría llevar una vida normal, solo durmiendo en prisión los fines de semana". Eso de vida normal es un eufemismo.
O se quedan en España para ser objeto de escarnio permanente o vuelven a Suiza bajo la sospechosa protección del Agha Khan, el amigo de Juan Carlos, que según Eyre hizo parar a los paparazzis en la frontera para requisar hasta los tubos de pasta de dientes. Y a Urdangarin les espera otra cosa a su salida: los papeles del divorcio.