Letizia llegó a Casa Real a finales de 2003. Era un secreto a voces que finalmente confirmó Felipe VI. Antes de salir a la luz su relación, la entonces presentadora de informativos y el príncipe se veían a escondidas en Barcelona, en la casa de Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón. De hecho, cuando se hizo pública la relación, los únicos que no le dieron la espalda a la princesa fueron ellos. La infanta Elena, Juan Carlos y Sofía ni la hablaban.
Sin embargo, Letizia no se fiaba de Iñaki Urdangarin. Siempre lo vio como una persona muy interesada y demasiado lista, pero ella lo fue más. Las primeras discusiones de los actuales reyes fueron por el exduque de Palma. La entonces princesa se negó a acoger en Zarzuela a la familia del exjugador de balonmano en su casa. Tampoco quiso ir a su cuarenta cumpleaños, pero no le quedó más remedio. No se movió de la silla en toda la celebración.
¿Quién era el infiltrado en la familia real?
En los primeros años de relación, se escribían muchas cosas en los medios de comunicación sobre la vida privada de Letizia. Parece que alguien estaba dispuesto a hacerla desaparecer de la corona. ¿Juan Carlos o Iñaki Urdangarin? Eran sus dos sospechosos, y acertó. En los primeros años la madre de Leonor y Sofía hablaba muchos con el padre de Juan, Pablo, Miguel e Irene, cogieron confianza y le llegó a contar algunos episodios íntimos de su vida sin ser consciente que era un infiltrado. El exduque jugó con esa información.
Iñaki Urdangarin filtró mucha información a David Rocasolano, quien escribió un libro biográfico no autorizado de la entonces princesa. Allí rompieron la relación. Su primo siempre iba a Zarzuela y hacía fotografías a las niñas y a sus padres. A Letizia no le gustaba y le pidió que no sacase ninguna imagen porque podrían aparecer en los medios de comunicación. Así fue. Recordemos las imágenes de Felipe y Letizia en triciclo. "No hagas fotos aquí. Pueden interesar a mucha gente. No estoy paranoica. Te pueden robar la cámara”.
Letizia era una persona muy desconfiada. Cuando estaba embarazada alguien filtró que estaba esperando un bebé, el futuro heredero al trono. Ni ella ni Felipe habían comunicado nada. De hecho, todavía no estaba ni de tres meses y no quería hablar del tema porque era muy delicado. Finalmente, gastó una trampa a Iñaki Urdangarin para comprobar si era él el infiltrado. Le dijo que sería niño y se llamaría Pelayo. Efectivamente, a los pocos días se publicó que Letizia iba a dar a luz a un varón que se llamaría Pelayo.