Tras su divorcio con la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin ha conseguido reinventarse, disfrutando de un nivel de vida muy por encima de lo que se esperaba tras su caída en desgracia. Aunque durante años se habló de sus problemas económicos, lo cierto es que su situación ha cambiado drásticamente. Ahora, junto a su pareja, Ainhoa Armentia, lleva una vida de comodidad y lujo, aunque con la precaución de no llamar demasiado la atención.
Los rumores sobre la indemnización millonaria que habría recibido de la infanta Cristina cobran cada vez más fuerza. Se habla de una compensación de dos millones de euros, además de una pensión mensual de entre 25.000 y 50.000 euros, parte de los cuales estaría recibiendo en el extranjero. Con este colchón financiero, Urdangarin ha conseguido establecerse en Vitoria, ciudad en la que intenta mantener un perfil bajo, pero sin renunciar a los placeres de la buena vida.
Iñaki Urdangarin, nueva vida de lujo en Vitoria
Desde que dejó la casa de su madre, Iñaki y Ainhoa han optado por mudarse a una vivienda de alquiler en Ciudad Jardín, una de las zonas más exclusivas de Vitoria. La elección no fue casual: el apartamento se encuentra a solo dos casas de distancia de la residencia materna de Urdangarin, lo que le permite seguir cerca de su familia sin perder privacidad.
El precio de los alquileres en esta zona varía entre los 1.200 y 1.800 euros mensuales, dependiendo del tamaño de la vivienda. Aunque se desconoce el número exacto de habitaciones de su nuevo hogar, fuentes cercanas afirman que se trata de un espacio amplio y cómodo, acorde con su nuevo estilo de vida.
Planes de futuro lejos de la atención mediática
A pesar de mantener una imagen de discreción, Urdangarin no ha renunciado a los placeres que siempre disfrutó. Sin necesidad de trabajar, dedica su tiempo a viajar con frecuencia y a disfrutar de los mejores restaurantes. Su presencia en hoteles de lujo es habitual, lo que ha generado especulaciones sobre si realmente busca mantener un perfil bajo o si simplemente ha perfeccionado la manera de ocultar su nueva opulencia.
Más allá de su vida en Vitoria, Iñaki también estaría explorando la posibilidad de adquirir una residencia en Girona, concretamente en Sant Hilari, una zona tranquila y alejada del foco mediático. Este movimiento podría formar parte de un plan para establecerse en un entorno aún más discreto, donde pueda vivir con Ainhoa sin la constante presión de los medios.
Sin embargo, todo indica que su silencio forma parte del acuerdo alcanzado con la infanta Cristina. Se dice que, a cambio de la indemnización y la pensión mensual, Urdangarin habría aceptado no revelar detalles sobre esta relación económica con la Casa Real y evitar cualquier tipo de polémica.