Dejando de lado la lamentable ausencia de la princesa Leonor en València, donde no hubiera estado mal que ya que tiene que hacer de reina algún día, mostrara preocupación en primera línea del desastre causado por la DANA (pasotismo compartido por sus primos), la hija de Felipe y Leonor continúa como si nada en Marín, en la escuela naval donde este año continúa su formación marcial antes de zarpar al mar el próximo mes de enero en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. La heredera, encantada de la vida al lado de sus nuevos amiguis, guardamarinas como ella, integradísima en la disciplina de la escuela... y en la falta de disciplina, también, como ha vuelto a quedar demostrado.
Ha sido la periodista catalana Núria Marín quien ha hecho público cómo la princesa se pasa por el forro la normativa interna del centro y hace lo que le sale del moño sin que nadie le cante las cuarenta. Un ejemplo de Borbonismo en toda regla, de hacer lo que les da la gana y pasarse las normas por allí donde les apetece. ¿La colaboradora del Està passant de TV3 y presentadora de Love coast y Tens un minut?, aparte de su faceta televisiva, regala a sus fans en redes jugosos vídeos donde explica un poco de salseo, con especial atención a la familia real y derivados.
Y a su radar ha llegado una confirmación: la princesa Leonor, el pasado lunes, se saltó la normativa de la escuela naval de Marín a la torera. ¿Dónde estaba la hija de los reyes el lunes por la noche? En un local de Baiona, Pontevedra. Concretamente en la hamburguesería La Pepita Burger Bar. ¿Y qué hacía allí? ¿Y sobre todo, a qué hora? Leonor, que hace poco celebró su 19.º cumpleaños, sabe que tanto ella como sus compañeros de promoción, tienen que respetar las normas horarias del centro, que especifican claramente que la jornada para los alumnos acaba a las 22.30, hora en la que tienen que irse a dormir, descansar y coger fuerzas para el día siguiente y los entrenamientos y estudios que les esperan. Pero este lunes, más tarde de aquella hora, a las 23h de la noche, Leonor, más que un pijama, llevaba puestos unos "vaqueros, zapatillas de deporte y un pañuelo en el cuello porque refrescaba un poquito y un jersey. El pelo lo llevaba semirecogido que lo suele llevar habitualmente con dos mechones cogidos por una pinza", explica Marín.
Leonor, vestida de calle, no con el uniforme militar... y disfrutando de una cena a altas horas de la noche, a la hora que tendría que estar durmiendo. Ella y sus amigos de la escuela, lejos del centro, a 64 kilómetros, cincuenta minutos en coche, para ir a cenar (y quién sabe si tomar después una copa) en una hamburguesería: “Según me cuenta una amiga el lunes por la noche la princesa Leonor salió con un grupo de chicos y chicas a cenar. Se sentaron a cenar a las 23 horas cuando la hora de irse a dormir en la Escuela Naval Militar es a las 22:30 horas. Esta cena tuvo lugar en la hamburguesería ‘La Pepita’ de Baiona". Y si después todavía tenían que hacer 50 minutos en coche, calculen la hora a la que se debería meter en la cama... Y ella, intentando disimular: ""tuvieron una actitud bastante discreta, como muy tranquilos. Ellos reservaron previamente, reservaron una mesa con vistas al mar y al parador. Entonces Leonor en un principio se sentó en un lado de la mesa pero se dio cuenta de que allí a lo mejor llamaba mucho la atención y se cambió de sitio con un amigo y se puso de espaldas a la puerta para así pasar más desapercibida”... Una estrategia que no le ha servido. Y los escoltas, en la puerta: "Había dos personas del equipo de seguridad de la princesa Leonor vigilando que no pasara nada"...
Lo que pasa es que los Borbones nos quieren tomar el pelo sistemáticamente. Y después nos venderán historias en Zarzuela con la ejemplaridad de la chica...