Por mucho que intenten disimular, por mucho que nos intenten vender historias, si una cosa está clara desde hace años es que el rey Felipe y su padre Juan Carlos no tienen la mejor de las relaciones. Desde que el monarca le dio la patada a su antecesor, con su mujer (y nuera, respectivamente) Letizia, encantada de la vida, para que se marchara con el rabo entre las piernas hacia Abu Dhabi y no molestara ni manchara todavía más la imagen de la monarquía española, que la relación entre padre e hijo no es la misma, por mucho que hagan el paripé cuando se han encontrado en diferentes acontecimientos o actos institucionales, en bodas, bautizos y comuniones y algún funeral que otro.

Letizia, Felipe y Juan Carlos / GTRES

El emérito y su hijo demuestran que cuánto más separados mejor, no engañan a nadie por mucho que lo intenten. Probablemente la animadversión venga más de abajo hacia arriba que no al revés. A Juan Carlos le duele ver cómo lo apartan y lo menosprecian, le gustaría que todos sus descendientes lo tuvieran en un pedestal como sí hace con él su hija Elena, que lo adora. Felipe, en cambio, y ya no digamos su mujer Letizia, si pasan los días, los meses o los años sin tener el más mínimo contacto, lo agradecería. Pero este martes se han vuelto a encontrar... Un encuentro inesperado, probablemente incómodo en un primer momento, que después han intentado maquillar o disimular haciendo ver que ha sido un momento inolvidable.

Juan Carlos / La Sexta

Felipe y Juan Carlos han coincidido de manera totalmente imprevista. ¿Dónde? En el aeropuerto de Vitoria. Pasaban pocos minutos de las 11 de la mañana, tal como explica el diario El Mundo, cuando el emérito aterrizaba en el aeropuerto en cuestión. El Borbón tiene consulta con el doctor Anitua para pasar revisión y hacerse un reconocimiento médico para ver si todo continúa en su sitio. Unas visitas que hace regularmente a la capital del País Vasco. ¿Y quién ha aterrizado en el mismo aeropuerto quince minutos más tarde que él? Bingo. Su hijo Felipe, que lo hacía en un avión del Ejército del Aire. En el caso del rey, sus planes lo llevaban a San Sebastián para ir a la inauguración de la exposición '100 años de Eduardo Chillida con la Colección Telefónica', pero el mal tiempo ha obligado al aparato a desviarse y aterrizar en Vitoria antes de continuar hacia San Sebastián. Momento en el cual se ha producido el reencuentro entre padre e hijo.

Felipe, Juan Carlos y Letizia

Según el mencionado medio, "el monarca y su padre no solo han coincidido en el aeropuerto sino que se han saludado a pie de pista, compartiendo unos minutos de conversación, antes de poner de nuevo cada uno rumbo a su destino". Un gesto que demuestra cómo los dos no tenían ningunas ganas de encontrarse. Porque sabiendo que Juan Carlos iba a Vitoria, como va regularmente, y que Felipe iba a San Sebastián, ¿no podían haber agendado el encuentro y no que este fuera fruto del mal tiempo y un aterrizaje inesperado en la ciudad alavesa? Si se hubieran querido ver lo hubieran preparado para hacer lo mismo, pero teniéndolo previsto. No les costaba nada. El elemento fortuito de la situación es lo bastante esclarecedor de cómo está el patio, por mucho que después hayan hecho como si nada. En cualquier caso, se trata del primer encuentro entre padre e hijo desde el pasado 8 de abril, cuando los dos coincidieron en el funeral por Fernando Gómez-Acebo. Después de la conversación, cada uno ha seguido por su camino. Juan Carlos irá hacia Galicia por una nueva competición de vela y visita a sus amigos de Sanxenxo... Seguro que allí lo reciben con los brazos mucho más abiertos que su hijo Felipe.