Iñaki Urdangarin sigue esperando que la infanta Cristina estampe su firma en los papeles del divorcio. Pronto se cumplirán tres meses desde que el ex jugador de balonmano espera el gesto. Concretamente, desde el pasado 5 de junio. Ese día Irene, la hija pequeña de Iñaki y Cristina cumplió 18 años, lo que daba luz verde a la pareja para divorciarse en un notario, evitando el juzgado y las posibles filtraciones que se podrían haber derivado.
Urdangarin tiene prisa porque quiere asegurarse el futuro definitivamente. Según varias fuentes, ha pactado el cobro de 2 millones de euros una pensión vitalicia de 25.000 euros mensuales, lo que le permitirá vivir tranquilamente. Además, separarse oficialmente de la infanta le permitirá hacer planes más serios con Ainhoa Armentia.
La infanta Cristina apura sus últimos días de vacaciones
Pero la infanta Cristina no tiene prisa. Ella sí tiene la vida solucionada y no necesita el divorcio urgentemente. Y no tiene intenciones de coger un bolígrafo antes de que termine el verano. La hija del rey emérito Juan Carlos I prefiere disfrutar de lo que le queda de vacaciones.
Estos días, por ejemplo, los pasó en Bidart, allí donde pillaron a Iñaki con su nueva pareja paseando junto a la playa. Allí ha estado con sus hijos Miguel e Irene. Y no solo con ellos.
Claire Liebaert y la infanta Cristina no esconden su excelente relación
Tal y como publicó la revista ¡HOLA!, también ha estado Claire Liebaert, la madre de Iñaki, con quien Cristina mantiene una relación excelente. De hecho, se conoce que Claire llamó inmediatamente por teléfono a su hijo para darle una reprimenda cuando aparecieron las fotos de su romance con Armentia.
Claire y Cristina han estado compartiendo confidencias, abrazos, besos y mucho cariño. Un mensaje claro y directo a Ainhoa, con quien nunca llegará a tener ese nivel de confianza. Y es que la decepción de la madre de Urdangarin con su hijo por su nueva relación es enorme.