A raíz de la situación de Irene Urdangarin, se ha recordado algunos episodios de la juventud de la infanta Cristina que guardan una gran relación con sus cuatro hijos. Ella siempre ha hecho creer que es una mujer perfecta, como con sus hijos, pero no es verdad. La reina Sofía ha tenido que encubrir una de las relaciones más polémicas de su hija. Y no es Iñaki Urdangarin. El exjugador de balonmano ya dio demasiados quebraderos de cabeza a la familia. Tampoco le querían porque era famoso en el deporte y plebeyo, pero en este caso importó menos que Letizia porque Cristina no estaba destinada a ser reina. No obstante, es curioso que Iñaki finalmente fuese el yerno favorito de Juan Carlos.
Antes de Iñaki Urdangarin, Cristina de Borbón tuvo varias parejas, y algunas no eran adecuadas para ella ni para la imagen de la corona. Es lo que sucedió con su historia de amor con otro deportista, Jesús Rollán. La infanta siempre ha tendido a enamorarse de la persona equivocada. Francisco Ávila y Alberto Martínez escribían un libro dedicado al deportista, “Jesús Rollán: Eterno”, donde relatan con todo lujo de detalles la relación del waterpolista con la hija de Juan Carlos.
La infanta Cristina estaba profundamente enamorada de Jesús Rollán, incluso más que de Iñaki Urdangarin. "Ella se había enamorado de Rollán, aunque la relación no prosperó porque él tenía novia y nunca le correspondió como ella deseaba. De ese amor no correspondido, surgió una amistad fuerte que resultó fundamental para que la hija de los reyes eméritos conociera al verdadero amor de su vida, el hombre que ha sido su esposo durante casi 25 años". Aunque la relación amorosa no funcionó, Jesús Rollán mantuvo el contacto y se convirtió en un buen amigo de la pareja, aunque se molestó al no ser invitado a la boda.
Juan Carlos y Sofía no querían que lo volviese a ver
“Desde el primer momento existió una gran afinidad entre Rollán y Cristina, debido al magnetismo y la capacidad de seducción del portero”, mencionan los autores del libro. Sin embargo, en la Casa Real no aprobaban su carácter travieso, considerándolo una influencia inapropiada para Cristina. “Una noche, mientras transitaban por la Diagonal, Rollán y Cristina iban en el coche de ella; Jesús, en un intento de perder a los escoltas, se saltó un par de semáforos en rojo. Los guardias de seguridad de la infanta tuvieron que llamar a Cristina para que le advirtiera a Jesús que no lo volviera a hacer”.
La reina Sofía apartó a la infanta Cristina de Rollán. No dejaron que le viera nunca más. Pero ella siempre le tuvo un gran cariño. En 2006 falleció. El joven se suicidó dos años después de retirarse del waterpolo. Cuando el Comité Olímpico Español reactivó el programa Tutoría de Deportistas en 2005, Jesús Rollán fue uno de los primeros en acogerse esta iniciativa. Ingresó en un centro de La Garriga (Barcelona) para tratarse y fue allí donde, meses más tarde, se quitó la vida.
La infanta Cristina lo pasó muy mal por no poder ayudarle y no conocer lo que sucedía realmente. La reina Sofía la ayudó y la recomendó que sería mejor que acudiese al psicólogo para superar este mal momento.