La tensión entre Cristina e Iñaki ha sido evidente en los últimos meses. Ha crecido en todo este tiempo al no llegar a un acuerdo satisfactorio de divorcio, presuntamente, por cuestiones económicas. Sin embargo, después de fijar una tregua durante el mes de agosto, el todavía matrimonio habría solucionado sus diferencias y sería más fácil llegar a un acuerdo. El pasado fin de semana se reencontraron en un partido de balonmano de Pablo Urdangarin. Allí se saludaron de forma cordial, con varios besos en la mejilla y una sonrisa.
Iñaki Urdangarin culpa a Juan Carlos de todos sus males. Según él, no habría ido a prisión si el emérito hubiese utilizado sus contactos como hizo con la infanta Elena, pero alguien debía pagar por los errores. Era la forma de demostrar a la ciudadanía que la justicia era igual para todos. Sin embargo, el exduque de Palma se fue con un sobre repleto de billetes como compensación, pero eso ya no le sirve para nada. Se lo ha gastado. En estos últimos años ha tenido que pedir dinero a sus amigos para pagarse el café. Y no encuentra trabajo, su imagen se ha devaluado.
Por este motivo chantajea a la infanta, a Juan Carlos o incluso a Felipe con contar muchas cosas de las que sabe a cambio de una buena recompensa económica. O se cumple con sus exigentes peticiones o rompe su silencio. Ha convivido con la corona más de dos décadas y ha sido fiel a Juan Carlos en todo momento.
Iñaki Urdangarin a por el reinado de Felipe VI
La aparición de Iñaki por Palma de Mallorca o por Baqueira no fue casualidad. El exjugador de balonmano sabía exactamente lo que hacía, era una declaración de intenciones, pero Felipe le paró los pies. No consiguió ponerle nervioso. Ahora mismo el todavía marido de su hermana se ha convertido en su principal enemigo. Puede hacer peligrar su reinado y el futuro de Leonor dentro de la institución.
Todos han pedido a la infanta Cristina que acabe con esta historia y firmen de una vez por todas el divorcio. Juan Carlos se ofreció a hacerse cargo de sufragar todos los gastos, pero su hija se negó en rotundo. No piensa mantener al padre de sus hijos y mucho menos a la pareja de éste.
A día de hoy, la infanta continúa manteniendo a Iñaki Urdangarin, un acuerdo al que llegaron en las capitulaciones matrimoniales y porque se siente en deuda con él por su ingreso en prisión. Por este mismo motivo le ruega que deje en paz a Felipe y que no interfiera en la vida de los reyes ni en la función de la corona. Solo hace que enfrentarla a su hermano y quebrantar aún más la familia. Si sigue por esta vía promete que se le acabará el dinero. Su único fuente de ingresos en estos momentos.