Cristina continúa en Ginebra aunque no tan sola cómo pensaba cuando su hija marchó a Madrid y posteriormente a Camboya, donde se encuentra en la actualidad realizando un voluntariado. Juan Carlos I se ha instalado muy cerca de ella con el fin de permanecer más cerca de España en sus últimos años de vida. Ahora mismo la preocupación de la infanta es máxima y no solo por su padre, también por sus hijos, especialmente por la benjamina de la familia que es la única que todavía no ha logrado encauzar su vida.

Irene Urdangarin portada hola
Irene Urdangarin portada hola

Juan está en Londres, Pablo en Barcelona y Miguel en Madrid. Todos ellos con su trabajo y continuando con su formación académica, mientras que Irene ha decidido pausar sus estudio tras no conseguir su objetivo. Su idea era estudiar en la prestigiosa universidad de Lausana Dirección y Administración Hotelera, pero no ha sido posible. Debía superar unas pruebas de acceso muy altas y no ha llegado a la nota mínima. Esto evidencia que Irene no es tan buena estudiante como Cristina ha hecho creer a todos. Según sus compañeros de clase en el colegio, la joven bajó su rendimiento cuando sus padres se divorciaron, fue una mala época para ella. No entendía absolutamente nada y veía a su madre pasarlo muy mal. Algo similar sucedió con Juan cuando Iñaki entró en prisión.

Precisamente, Irene ha seguido los pasos de su hermano Juan. La joven ha realizado un voluntariado mientras piensa que hacer con su vida porque su idea es seguir los pasos de Victoria Federica, pero la infanta Cristina se lo prohíbe, no habrá otra influencer en los Borbón. Sería una deshonra para los Urdangarín.

Irene Urdangarin
Irene Urdangarin

Irene Urdangarin está muy mal en Camboya 

La infanta Cristina ha dejado a su hija sola en Camboya. Se encuentra con un grupo de voluntarios. Sin embargo, la joven se está viendo sobrepasada por la situación. En unas fotografías publicadas por la revista ‘Hola’ se la pudo ver con el semblante serio en bicicleta. Y es que Irene no lo está pasando bien, y no solo por estar separada de su familia y amigos y ver otra vida totalmente diferente a la suya, mucha pobreza, sino porque estar en otro país y en otro continente le está pasando factura a su salud. La adaptación de su cuerpo ha sido complicada. Ha sufrido las consecuencias de cualquier turista. Tuvo diarreas y fiebres altas, la infanta fue avisada de urgencia, pero parece que ya está más controlada y ha podido volver a sus labores.