El divorcio de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin se asemeja a una historia interminable, una batalla legal que ha persistido durante dos años sin llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Aunque recientemente se afirmó que la infanta había cedido a las exigencias de su exduque, la realidad es diferente. Urdangarin recibió un millón de euros como indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, pero el otro millón pendiente aún no ha sido abonado, condicionado a la firma del divorcio, ya sea en un pago único o fraccionado.
Además, su sueldo ha experimentado un aumento significativo, pasando de los 6.000 euros mensuales establecidos en las capitulaciones matrimoniales durante la separación, a los actuales 25.000 euros en el nuevo acuerdo de divorcio. Aunque conserva su escolta por el momento, la situación financiera de Urdangarin sigue siendo incierta debido a la falta de resolución del divorcio.
Por otro lado, la infanta Cristina ha establecido sus propias condiciones en respuesta al sentimiento de humillación y traición experimentado hacia su aún esposo. Determinada a no permitir que Urdangarin se beneficie fácilmente, la hermana de Felipe VI busca confirmar si su todavía marido realmente está enamorado de Ainhoa Armentia o si sus intenciones son puramente económicas. En una cláusula específica, se estipula que en caso de que Urdangarin contraiga matrimonio con la abogada, perderá todos sus beneficios y deberá reembolsar los dos millones de euros recibidos como indemnización.
La tensión persiste en este conflicto legal y personal, donde ambos cónyuges luchan por sus propios intereses y se enfrentan a un futuro incierto marcado por las complejidades de un divorcio complicado.
Las intenciones de Ainhoa Armentia en Navidad
Ainhoa Armentia está muy cansada de esta situación e intenta que Iñaki Urdangarin ceda a las cláusulas de la infanta Cristina para poner punto y final a esta historia y poder comenzar una nueva a su lado. Quiere que priorice el amor al dinero. Por ahora, hasta que no finalice el divorcio, la abogada tiene totalmente prohibido reunirse públicamente con los cuatro hijos de Cristina. Se acercan unas fechas muy importantes y en esta ocasión, la pareja del exduque quiere reunir a toda la familia al completo, sus dos hijos con los cuatro de él.
Cristina se opone totalmente a las intenciones de Ainhoa Armentia. Sabe como perjudicar el matrimonio.