Después de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, a la que Felipe y Letizia asistieron, se hicieron selfies con el personal y se mojaron por la lluvia, con Letizia alzando el puño al paso de la comitiva española, los reyes volaron hacia Palma, en busca del sol, para empezar unos días de vacaciones con algún acto institucional, como la presencia de la asturiana en el Atlàntida Mallorca Film Festival. Y este lunes, el estreno oficial del verano en Marivent, con la recepción a las autoridades e invitados de la sociedad mallorquina, como hacen cada año. Una recepción donde, a priori, estará la reina Sofía, que los últimos años recibe a los invitados al lado de su hijo y su nuera, como se ve en estas imágenes de hace un año.
Y decimos a priori porque no está claro qué pasará ahora con ella. Y es que la emérita acaba de recibir una triste noticia, la muerte de un familiar suyo. Y es que tal como ha anunciado la casa real de Saboya, ha fallecido a los 85 años el príncipe Miguel de Grecia, tío de Sofía, en Atenas. Hijo del príncipe Christopher de Grecia y Dinamarca y de Françoise de Orleans, era el último nieto superviviente del rey Jorge I de Grecia y de la duquesa Olga de Rusia. El difunto tenía un vínculo especial con la madre de Felipe y con sus hermanos Constantino e Irene, que acompaña a Sofía en Marivent, motivo por el cual se espera la presencia de la emérita en los diferentes actos de despedida, con lo cual la agenda en Marivent quizás varía.
Una noticia inesperada y que trastoca los planes de Sofía, muy triste al saber de esta pérdida. Una Sofía que cuando estaba pasando uno de sus mejores momentos, ha recibido esta sacudida y esta luctuosa noticia. Y es que la emérita estaba muy feliz por lo que ha vivido las últimas horas en Marivent. Una de sus voluntades es que acabara el malestar entre sus tres hijos, las infantas Elena y Cristina y el rey Felipe, fruto de la llegada de Letizia a la familia, de los escándalos por el caso Nóos del exmarido de Cristina, Iñaki Urdangarin, o de los escándalos protagonizados por Juan Carlos, con su hijo dándole la patada hacia Abu Dhabi y Elena posicionando en favor suyo. Un malestar que ha hecho que las reuniones familiares de los últimos tiempos hayan sido un cuadro, con media familia separada, sin ganas de coincidir en el mismo lugar.
La obsesión de Sofía es que como mínimo sus tres hijos se avengan y no les entre urticaria si coinciden en Marivent de vacaciones. Que no esté Juan Carlos no le quita el sueño. Y este fin de semana ha podido ver cómo se ha producido una coincidencia feliz para ella, como mínimo a medias, entre dos de sus hijos. Porque tal como revela Vanitatis en exclusiva, la infanta Cristina ha visitado a su madre en Marivent y ha estado algunas horas con su hermano y su cuñada, sin que se haya tenido que lamentar ningún drama: "Ha estado unos días durante la semana pasada y el domingo ya se había ido. El domingo. Así que el sábado, don Felipe y doña Letizia llegaban a Palma y coincidían con Cristina de Borbón. Pocas horas, eso sí"...
Menos da una piedra, debe pensar Sofía. "Esta coincidencia es el claro signo de que todo ha cambiado para volver a ser lo mismo: los hermanos, dentro de sus circunstancias, han restablecido sus relaciones familiares". Sofía, pues, que ha picado piedra para volver a la normalidad, o lo que más se acerque a ella: "Como madre que es, sufría al ver a sus hijos distanciados y ha hecho todo lo posible por tratar de acercarlos, algunas veces con más gracia que otras. Al final, el empeño de la reina Sofía ha dado sus frutos. Las madres...". Unas pocas horas de felicidad para Sofía, empañadas por la mala noticia de la muerte de su tío.