La familia real española enfrenta una nueva etapa marcada por la preocupación y los desafíos relacionados con la salud de uno de sus miembros más destacados: Irene de Grecia. La salud de la hermana de la reina Sofía, conocida cariñosamente como "tía Pecu", ha experimentado un deterioro acelerado.

Hace más de un año, la hermana menor de la reina Sofía fue diagnosticada con Alzheimer, una enfermedad que ha avanzado rápidamente. Las últimas apariciones públicas de Irene han causado impacto: se la ha visto con una mirada perdida y sin capacidad para interactuar verbalmente. Esta situación ha generado un fuerte golpe emocional para la familia, especialmente para la reina emérita, quien dedica gran parte de su tiempo a cuidar a su hermana.

Irene de Grecia boda Atenas octubre 2024, GTRES

La salud de Juan Carlos I también preocupa

Sin embargo, la preocupación por Irene de Grecia no es la única sombra que se cierne sobre la familia real. Juan Carlos I, el rey emérito, lleva años enfrentándose a serios problemas de salud que, a pesar de los esfuerzos médicos, han llegado a un punto crítico. La infanta Cristina, en medio de su propia turbulencia personal tras su divorcio con Iñaki Urdangarin, ha asumido el difícil papel de transmitir esta noticias a sus cuatro hijos: Juan, Pablo, Miguel e Irene.

Desde hace tiempo, el exmonarca se somete a tratamientos basados en medicina regenerativa, utilizando células madre y plaquetas para intentar aliviar los persistentes dolores en las caderas y rodillas. Aunque inicialmente estos procedimientos ofrecieron resultados prometedores, ahora han perdido su eficacia.

La infanta Cristina, quien mantiene un contacto cercano con su padre durante sus visitas a Suiza, donde reside Marta Gayá, una de las amantes del emérito, ha sido testigo de su declive físico. Según los especialistas, el estado de salud de Juan Carlos es irreversible. Aunque sigue esforzándose por mostrarse fuerte ante las cámaras, en privado pasa gran parte del tiempo en una silla de ruedas. Los médicos han informado a sus hijos, Felipe, Elena y Cristina, que el ex monarca pasará sus últimos años de vida completamente postrado.

Juan Carlos silla de ruedas
Juan Carlos silla de ruedas

Condenado a la silla de ruedas

En este contexto, la infanta Cristina ha optado por compartir con sus hijos la difícil realidad que enfrenta su abuelo. Los cuatro nietos de Juan Carlos I ya han sido informados de que, aunque algunos tratamientos podrían ralentizar el proceso, no existe posibilidad de recuperación total.

Por otro lado, la preparación logística también ha sido un tema recurrente. Tanto en el palacio de Zarzuela antes de irse de España como en Abu Dabi, donde reside actualmente el emérito, se han realizado adaptaciones para facilitar su movilidad, como la instalación de rampas y barandillas. Aunque estas medidas le proporcionan mayor comodidad, no evitan que su estado de salud continúe siendo una preocupación constante para la familia.