La infanta Cristina empieza a preparar su futuro. Se ha comprado una casa en Barcelona donde pretende volver, ahora mismo se encuentra en reformas. No obstante, continuará pasando el máximo de tiempo posible fuera de su país porque la idea es mantener la residencia fiscal en Suiza para que la herencia de Juan Carlos I no pase por las manos de la Hacienda Pública. El mismo motivo por el que Froilán vive en Abu Dabi, será el testaferro de la infanta Elena.
Las infantas Elena y Cristina son las que más al corriente están sobre la salud de Juan Carlos I. Viajan muy a menudo a Abu Dabi y le acompañan a todos sus compromisos, como a las regatas de Sanxenxo. Las visitas de sus hijas se han vuelto más asiduas tras los rumores de una mala salud del emérito.
Juan Carlos I se quedará en una silla de ruedas
El pasado 5 de enero, Juan Carlos I cumplió 87 años y cada vez es más consciente de que su final está muy cerca. Su vida se acaba y le da mucha lástima que sea por la puerta de atrás, como un monarca humillado y repudiado. Sus malas praxis le han dejado sin apoyos. Parece que ni tan siquiera Felipe VI tiene pensado traer de vuelta a su padre a España. Le da igual que sea una deshonra para la corona, tampoco tendrá un funeral de Estado y tal vez ni tan siquiera puede ser enterrado en la cripta real por falta de espacio.
Juan Carlos I está anímicamente muy mal por los últimos acontecimientos. Viaja en numerosas ocasiones a Ginebra para visitar a los mejores médicos. Se trata de sus problemas de cadera y rodillas. En la última década ha sufrido más de una decena de intervenciones, sin mucho éxito. En los últimos años se ha sometido a tratamientos de medicina regenerativa y ya no surten efecto. La artrosis que padece está muy avanzada y ya casi no tiene movilidad en su pierna izquierda. Utiliza un bastón y el brazo de su fiel compañero, sin embargo, los médicos ya le han comunicado que terminará sus últimos días en silla de ruedas. Su peor pesadilla. No sale de la habitación. Está hundido.
La infanta Cristina ya ha comunicado el desenlace de Juan Carlos I a sus cuatro hijos. El tratamiento no funciona y por su avanzada edad ya no se puede realizar ninguna operación. Toda la familia se está volcando en él e instan a Felipe VI en que traiga de nuevo al abuelo a casa.