La familia real está totalmente dividida en dos bandos claramente diferenciados. Por un lado, la nueva Casa Real, con Felipe y Letizia, Leonor y Sofía. Por otro lado, las infantas Cristina y Elena con sus respectivos hijos y Juan Carlos I. La reina Sofía es la única que se mantiene en la institución y no ha querido decantarse por ningún bando. Ella nunca haría daño a su hijo ni perjudicaría su reinado, aunque no soporte a su nuera.

Desde hace una década, cuando a la corona le salpicó el caso Nóos, la familia se rompió en dos. Obligaron a Juan Carlos a abdicar para limpiar la imagen de Casa Real. Subió al poder Felipe VI como rey y Letizia como reina consorte. En ese momento se empedró y empezó a dominar la institución. No tardó ni unas semanas en retirar a todos los miembros de la familia, aunque a su marido no le hiciese ninguna gracia. Era lo más conveniente en aquel momento. Se les quitaron todas las funciones y dejaron de pertenecer a los Presupuestos Generales del Estado.

infanta Cristina

Cristina ha roto las relaciones con su hermano 

Las infantas Cristina y Elena han roto cualquier tipo de relación con Felipe VI. Se sienten totalmente decepcionadas con su hermano. No le reconocen. Llevan meses sin hablar. Este verano Sofía quería reunir a sus tres hijos y a sus ocho nietos en Marivent, como antaño. Debido a su edad sabe que no podrá tener ese privilegio más veces, pero Letizia no ha querido que Leonor y Sofía se junten con sus primos.

Felipe y Cristina efe

Letizia y Felipe han sometido a varias humillaciones a Juan Carlos y Sofía. Cristina y Elena creen que son inmerecidas. Como venganza a su cuñada, ambas se han posicionado a favor de los eméritos, especialmente de su padre. Le han ido a visitar a Abu Dabi y le han acompañado en todas sus visitas a España, París o Reino Unido.

Cristina recuerda a Felipe y a Letizia todas las veces que les ha ayudado, especialmente cuando empezaron su relación. El príncipe no quería que nada se filtrase a la prensa, lleva la relación muy en secreto. La infanta e Iñaki Urdangarin les cedían su casa de Barcelona para sus encuentros, ellos se ocupaban de que disfrutasen de la suficiente privacidad sin ser descubiertos. Cristina fue la primera conocedora de la relación, entre ella y Felipe había una confianza total, pero desde el caso Nóos se perdió.