El pasado mes de enero se hizo público en todos los medios de comunicación nacionales que Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin habían firmado el divorcio definitivamente. Un proceso que ha tardado dos años y ha desencadenado en una importante batalla legal entre sus abogados para llegar a un acuerdo satisfactorio entre ambas partes, aunque parece que el exjugador de balonmano ha sido el único victorioso a juzgar por las informaciones que comparte Juan Luis Galiacho en ‘El Cierre Digital’. La pareja de Ainhoa Armentia se salió con la suya, borra a la familia Borbón de su memoria con dos millones de euros y 25.000 euros mensuales de por vida. Todos los gastos financiados por Juan Carlos I. Y es que culpa a Casa Real de vivir los peores años de su vida con su ingreso en prisión. El exjugador de balonmano aceptó para demostrar que la justicia es igual para todos, de alguna manera había que salvar la imagen de la corona e Iñaki era un peón.

Sin embargo, Cristina estuvo a su lado en todo momento. Renunció a la corona por amor, quiso mantener a su familia unida en todo momento. Existían ciertos problemas en el matrimonio porque las visitas de la infanta a la cárcel de Brieva se redujeron considerablemente en los últimos años, ella era consciente, pero siempre pensó que cuando saliese de prisión, Iñaki volvería a sus brazos, pero no fue así. Cuando recibió el tercer grado empezó a trabajar en un bufete de abogados donde conoció a Ainhoa Armentia. Empezó una historia de amor a espaldas de Cristina. Ella no sabía nada. Se enteró de la infidelidad por las revistas, sufrió la mayor humillación y traición de su vida.

Infanta Cristina GTRES

Desde entonces la infanta Cristina se ha enfrentado a momentos muy duros. Los primeros meses ni tan siquiera quería salir de casa para que no la fotografiasen los periodistas ni le hiciesen preguntas. No era el momento. Casi ni comía, y las pocas veces que se la vio aparecía vestida de cualquier manera y sin maquillar. En este caso, una imagen valía más que mil palabras.

Sin embargo, en el último año Cristina dio un vuelco a su vida de 180 grados. Era una mujer completamente renovada. Lucía un ‘look’ más cuidado, siempre maquillada y vestida de las mejores marcas, muy elegantes. Incluso decidió ponerse en manos de un especialista en medicina estética para someterse a algunos pequeños retoques, como quitarse su lunar del rostro.

La infanta Cristina podría estar de nuevo enamorada

A partir de este momento se desataron todo tipo de rumores y especulaciones sobre un posible noviazgo. ¿Está Cristina enamorada de nuevo? Esa es la pregunta que se hace todo el mundo y más viéndola acompañada siempre de hombres muy atractivos, grandes empresarios catalanes.

De hecho, hace unos meses, en ‘Y ahora Sonsoles’, la colaboradora Alejandra Prat, aportó más datos, y habló de "un empresario de la alta sociedad barcelonesa, con apellido ilustre y que ha estado siempre en el entorno de la infanta”.

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Parece que en lo de empresario no van muy mal equivocados, y de hecho Cristina en el último año ha pasado más tiempo en Barcelona que en Suiza, pero en los últimos meses ha vuelto a Ginebra y no precisamente por la presencia de Juan Carlos. Medios de comunicación como Vózpopuli, o ‘Libertad Digital’, incluso se llegó a hablar de ello en portales como ‘Univisión’, la vinculan con un empresario, pero suiza, de un alto poder adquisitivo. Por ahora Cristina no quiere que se le vea con nadie, vigila mucho cada paso que da, tal vez porque si se conociese la identidad de esa persona sería un escándalo. Y es que se rumorea que el empresario sería en esta ocasión más joven que ella, hasta 13 años más joven. ¿Una venganza a Iñaki Urdangarin? No hay que olvidar que la infanta todavía siente algo por el exduque de Palma.