Cristina de Borbón ha pasado por dos años extremadamente difíciles debido a su divorcio de Iñaki Urdangarin. La separación ha implicado una ardua batalla legal en busca de un acuerdo justo para ambas partes, aunque el beneficio ha sido mayor para el exduque de Palma, quien ha sacado provecho de la situación. Urdangarin ingresó en prisión para proteger la imagen de la corona, actuando como un peón de Juan Carlos. Aunque tuvo la oportunidad de hablar y exponer a otros involucrados, aceptó el pacto de silencio. Según Juan Luis Galiacho, el rey emérito le recompensó con dos millones de euros como indemnización y 25,000 euros mensuales.
Estos dos últimos años han sido especialmente dolorosos para la infanta Cristina, quien ha vivido una humillación pública. Se ha sentido traicionada, ya que estaba profundamente enamorada del padre de sus hijos y siempre había apostado por él. Sin embargo, el problema más grave en su hogar ha sido lidiar con la complicada adolescencia de su hija Irene Urdangarin. La joven, con apenas 15 años, ha tenido que enfrentar el divorcio de sus padres y la entrada de su progenitor en prisión, lo cual ha impactado seriamente su vida cotidiana.
Irene Urdangarin acaba con la paciencia de la infanta Cristina, la obliga a estudiar en Reino Unido
Diversos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, incluyendo 'Monarquía Digital', han informado que Irene Urdangarin no ha sido una estudiante ejemplar. Según este portal, apenas aprobó el bachillerato internacional y no logró pasar las pruebas de acceso a la universidad de Lausana. Esto le ha impedido seguir la carrera de Administración y Dirección Hotelera que deseaba, viéndose obligada a realizar un viaje de cooperación, similar al que realizó su hermano Juan Urdangarin, quien tampoco destacó académicamente. La infanta Cristina ha insistido en mantener a su hija ocupada para evitar habladurías, siempre deseando proyectar una imagen intachable de sus hijos, aunque la realidad sea distinta.
Cristina de Borbón se encuentra en una encrucijada con respecto a Irene, quien se ha convertido en un problema. A corto plazo, Cristina planea regresar a Madrid para vivir con Juan Urquijo, de quien se rumorea está enamorada, según reveló la revista 'Hola'. Esta relación ha sido conocida por su madre desde hace meses, gracias a la cercana relación entre la publicación y los Borbón, y le resultó difícil de creer. Fue presentada por Victoria Federica, quien pertenece al mismo círculo de amigos.
Cristina de Borbón está buscando formas de manejar la situación con Irene, y ha considerado la posibilidad de enviarla a Abu Dabi, una estrategia similar a la utilizada con Froilán, para evitar que lleve una vida desordenada en la capital. No quiere una hija que ni estudie ni trabaje. A pesar de la resistencia inicial de Irene, finalmente ha aceptado la propuesta de su madre. Volverá a estudiar, aunque aún no se sabe qué carrera seguirá. Se ha decidido que se trasladará al Reino Unido para continuar su educación, al igual que sus hermanos Juan y Miguel. Los estudios universitarios de Irene serán financiados por Juan Carlos, como ha hecho con todos sus nietos.