Iñaki Urdangarin dormirá en la cárcel antes de la noche del lunes. La condena es firme y al exduque de Palma sólo le queda aprovechar estas últimas horas para disfrutar de la infanta Cristina y sus cuatro hijos. Todavía no está claro en qué centro penitenciario ingresará, diciéndose que él prefiere un vasco para estar cerca de su madre pero suena con fuerza también una de Madrid como Estremera para tener un pabellón de seguridad y un módulo de respeto.
Mientras eso no se sabe, lo que ya se ha podido ver es la primera imagen del condenado: llegando a la Audiencia de Palma elegante pero muy demacrado.
EFE
Su abogado, Mario Pascual Vives, ha explicado que ahora tienen 30 días por presentar recurso de amparo al Tribunal Constitucional. Ahora bien, no sabe todavía si lo harán, planteándose la posibilidad de presentar el indulto sabiendo que todavía tienen mucho tiempo para decidirlo.
Lo que también ha respondido es que no cree que la infanta Cristina cambie de residencia para estar más cerca de su marido: "Es una decisión que compite a su alteza. Yo no la conozco pero intuyo que no lo hará. Urdangarin, mientras tanto, ha recibido la pena con entereza y estoicismo", explica a Europa Press.
Parece que Cristina no quiere volver a España, a pesar de los esfuerzos de la reina Sofía por convencer a su hijo Felipe de acogerla en La Zarzuela. El Español asegura que la Infanta justificaría su decisión basándose en la educación de los niños, queriendo que acaben los estudios en su escuela elitista de Ginebra.
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El hijo mayor del matrimonio, Juan Valentín, acabó el bachillerato hace un año, mientras que Pablo Nicolás, de 17 años, está cursando su último curso. Ahora bien, los dos pequeños (Miguel, de 16, e Irene de 13) todavía tienen por delante una etapa en la escuela que la madre no querría que perdieran.
Los Urdangarin-Borbón están inscritos en una escuela internacional suiza, una de las más prestigiosas de la zona. Una muy buena educación a un precio elevado, por descontado, llegando a los 30.000 € por alumno y por año, teniendo que sumarse el servicio de comedor, las excursiones, las extraescolares, los libros... Pero el precio de este centro bilingüe no es un problema paraellos, librándose Cristina de pagar porque quien se encarga es el abuelo Juan Carlos.
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¿Se está escudando la Infanta en la educación de los niños para tener así una excusa y no volver a un país en el que no está nada bien considerada? ¿Prefiere mantenerse recluida en territorio seguro que venir para estar más cerca del marido? Recordemos que el ingreso de Iñaki en la cárcel vendrá incorporado con unos privilegios, ya que podrá disfrutar de un vis a vis con su mujer cada 20 días. Quizás Cristina ha preferido venir a España sólo en estos días...