Juan Carlos I se ha puesto en el foco mediático tras sus últimos movimientos. Lejos de mantenerse en un perfil bajo, el emérito ha estallado contra todos aquellos que han vulnerado su honor harto de sentirse menospreciado y solo. Hace cinco años que vive en Abu Dabi en el exilio sin respuesta de Casa Real de cuando podrá volver a España. Parece que a día de hoy esa fecha es impensable ya que Felipe VI se ha enfadado nuevamente con él por poner en jaque a la corona con sus últimas acciones. El marido de la reina Sofía decidió demandar a Miguel Ángel Revilla sin el consentimiento de nadie, ni tan siquiera de la corona. Casa Real se ha desvinculado totalmente, no sabían nada. El político ha recibido un gran apoyo y al exmonarca no le ha quedado más remedio que demandar a Corinna Larsen. Además, ha confirmado que publicará este verano sus memorias con la editorial Planeta, de esta forma dejará su imprenta para siempre.
Estas acciones de Juan Carlos I podrían tener una explicación muy clara. Unas semanas antes de la confirmación de estas demandas, el emérito desaparecía por sorpresa de las regatas de Sanxenxo por un motivo de peso. Según las últimas informaciones, viajó de urgencia a Ginebra para cambiarse las pilas del marcapasos y además someterse a una revisión médica por sus problemas de movilidad. El marido de la reina Sofía ha recibido el peor resultado médico. Padece una artrosis muy avanzada y su pierna izquierda está totalmente inmóvil. Los médicos le han asegurado que se quedará en una silla de ruedas hasta el fin de sus días, será una persona totalmente dependiente.
El exmonarca se ve como un rey derrotado, totalmente solo, y siente un profundo dolor. Por este motivo habría tomado estas decisiones con tal de vengarse de muchas personas, entre ellas también de Felipe VI y Letizia, especialmente de ésta última.
Juan Carlos I quiere volver a España
Juan Carlos I ya tiene 87 años y es consciente de que su final cada vez está más cerca, y no quiere morir solo. Es su mayor miedo. Durante cuatro horas se ha llevado a cabo un encuentro privado y extraordinario en el Palacio de la Zarzuela entre el rey Felipe VI y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, con el objetivo de tratar el porvenir de Juan Carlos I. Los tres han coincidido en que el rey emérito debe regresar a España, ya que es su deseo final y consideran que debe respetarse. Además, opinan que sería indigno para la monarquía permitir que muera en el extranjero, a miles de kilómetros, y que luego se repatríe su cuerpo. Este regreso solo se producirá cuando su estado de salud sea muy grave y no quede otra opción. Felipe VI le ha asegurado que podrá morir en un hospital español.