Cuando estallaron las polémicas de Juan Carlos I por las que se vio en la obligación de abdicar, Felipe VI renunció a la herencia del emérito con tal de que no afectase a su reinado. Las únicas herederas universales de sus casi dos mil millones de euros serían las infantas Elena y Cristina. Cerca de 900 millones de euros para cada una. El marido de la reina Sofía quiso arreglar su situación y vendió numerosas propiedades para que sus hijas solo heredasen dinero, y lo harán fuera de España.
Está todo preparado para que el dinero de Juan Carlos no pase por las manos de la Hacienda Pública. Por ello, aunque se ha comprado una casa en Barcelona, la infanta Cristina continúa con su domicilio fiscal en Ginebra, mientras que la infanta Elena heredaría de Froilán, sería el testaferro, por eso vive en Abu Dabi y no se considera un regreso a España.

En Abu Dabi, las infantas Elena y Cristina tendrían más dinero. La nueva residencia de su padre en los Emiratos Árabes también sería para ellas. Se trata de una villa ubicada en la famosa isla Nurai, donde reside desde 2023. Se le considera la ‘Maldiva del Lejano Oriente’. La nueva casa se encuentra a tres viviendas de donde estaba la anterior. Es una de las zonas más exclusivas de los Emiratos. Tiene unos 2.000 metros cuadrados, playa privada y helipuerto en la zona. Tal y como ha podido constatar Elcierredigital.com, el precio de compra de este tipo de villas oscila entre 11.000.000 y 15.000.000 euros. Mientras que el alquiler puede variar entre 11.200 euros y 30.000 euros diarios.
Las infantas Elena y Cristina heredarán la mansión de Juan Carlos en Abu Dabi
Según ‘Elcierredigital’, Juan Carlos I podría donar esta mansión a la Fundación que creó en Abu Dabi hace unos meses y por la que hubo tanta polémica. La heredarían ellas porque a cargo del patronato de esta fundación están las dos hermanas. Según apostilló el director de Elcierredigital.com, esta mansión podría ser una donación al emérito el jeque Mansour, dueño del Manchester City. Tanto la vivienda anterior como la actual son propiedad del jeque.
De momento se desconoce que sucederá con la villa, la herencia y el propio Juan Carlos I en el momento de su fallecimiento. El emérito tiene todo preparado para el día de su muerte. Él es consciente que su final está cada vez más cerca y no quiere dejar problemas a ninguna de sus hijos y tampoco afectar a la corona.
