Han transcurrido ya tres años desde que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaran su decisión de poner fin a su matrimonio. La ruptura dio paso a una compleja disputa legal que se prolongó durante dos años, hasta que finalmente ambas partes lograron llegar a un acuerdo. Sin embargo, dicho acuerdo resultó ser notablemente más ventajoso para el exjugador de balonmano. En enero de 2024, ambos firmaron oficialmente el divorcio, aunque prefirieron no hacer ninguna declaración pública al respecto.

A lo largo de los años, Urdangarin ha acumulado una gran cantidad de información sobre la familia Borbón y, según algunas fuentes, siempre tuvo claro que en algún momento utilizaría ese conocimiento en su beneficio. Actualmente, disfruta de una vida acomodada gracias a los privilegios que obtuvo de su relación con la realeza. Su ingreso en prisión se debió a su implicación en el caso Nóos, un escándalo de corrupción en el que no fue el único involucrado. Incluso la infanta Cristina tuvo que comparecer ante la justicia. Se rumorea que el rey emérito Juan Carlos I le prometió a Urdangarin un apoyo económico sustancial a cambio de su silencio sobre ciertos asuntos delicados relacionados con la Casa Real. Ese silencio tenía un precio elevado.

Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

Tras salir de prisión, el exduque de Palma diseñó una estrategia para asegurarse una compensación económica. En ese plan se incluía la posibilidad de escribir un libro sobre su historia, para lo cual una editorial le habría ofrecido dos millones de euros. Además, habría exigido una asignación mensual de 25.000 euros de por vida. Se especula que estas sumas fueron cubiertas por Juan Carlos I a través de transferencias realizadas desde cuentas en Suiza, con el fin de evitar el control de la Hacienda Pública.

La infanta Cristina todavía tiene la esperanza de que Iñaki Urdangarin vuelva a sus brazos 

El deterioro del matrimonio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin no fue repentino, sino que se gestó con el paso del tiempo. Aunque el escándalo del caso Nóos aceleró la crisis, ya existían indicios previos de problemas en la relación. Mensajes comprometedores entre Urdangarin y otras mujeres salieron a la luz, dejando en evidencia su falta de lealtad. A pesar de todo, Cristina siempre estuvo profundamente enamorada de él, por lo que le dolió profundamente cuando inició un romance con Ainhoa Armentia. Aunque la opinión pública interpretó la relación como una infidelidad, lo cierto es que la pareja ya había decidido separarse en privado. Con el tiempo, las visitas de Cristina a la prisión de Brieva fueron disminuyendo hasta cesar por completo. Cuando Urdangarin obtuvo el tercer grado penitenciario, su esposa ni siquiera estuvo presente para recibirlo.

Desde hace años, la infanta Cristina ha luchado por mantener a su familia unida. En 2014, cuando estalló el caso Nóos, su hermano Felipe VI y la reina Letizia le recomendaron que se divorciara para evitar que su situación afectara a la imagen de la Casa Real. Sin embargo, ella prefirió priorizar su matrimonio y el bienestar de sus hijos, renunciando a su posición institucional y a los privilegios asociados a ella.

A pesar de la separación, Cristina nunca perdió la esperanza de una reconciliación. Durante mucho tiempo pensó que la relación de Iñaki con Ainhoa era pasajera y que eventualmente él volvería con ella. No obstante, la pareja lleva ya tres años junta, lo que ha desvanecido sus ilusiones. Su nostalgia por el pasado es tan fuerte que incluso adquirió nuevamente el piso donde comenzó su historia de amor con Urdangarin, incapaz de dejar atrás esos recuerdos. Su amor por él sigue intacto, y si él le propusiera retomar la relación, lo aceptaría sin dudarlo. De hecho, ya ha intentado recuperar su relación en más de una ocasión.

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina