Irene Urdangarin ha sido objeto de preocupación constante para la infanta Cristina, especialmente después del divorcio de sus padres. La hija menor de la infanta Cristina, Irene, ha mostrado un comportamiento preocupante, alejándose del ejemplo de diligencia y respeto establecido por sus hermanos mayores.
Aunque la infanta Cristina e Irene compartían una relación especial cuando vivían juntas, la situación ha cambiado drásticamente en los últimos tiempos. La madre se preocupa cada vez más por la aparente desorientación y falta de dirección de Irene, especialmente en lo que respecta a su educación y carrera profesional.
Irene Urdangarin no sabe lo que hacer con su vida
Irene ha enfrentado problemas académicos en el pasado, con un rendimiento deficiente que casi la llevó a repetir curso. Mientras que varias fuentes sugieren que Irene no logró ingresar a la Universidad de Lausana debido a su bajo rendimiento en los exámenes de ingreso, lo que contradice las afirmaciones de la familia de que decidió tomarse un año sabático porque simplemente había cambiado de opinión. Lo cierto es que habría sido su incapacidad para cumplir con los requisitos académicos lo que la habría obligado a reconsiderar sus planes. Actualmente, se encuentra realizando trabajo voluntario en Camboya, una medida que parece ser un intento de distraer la atención de sus dificultades académicas.
La infanta Cristina había invertido una suma considerable de dinero en los exámenes de ingreso universitario de Irene, solo para descubrir que no había alcanzado el nivel requerido. Esta situación ha dejado a la madre preocupada por el futuro de su hija, temiendo que pueda optar por un camino poco convencional, como convertirse en influencer. Unas intenciones que ya habría trasladado a su madre.
Máxima preocupación en la infanta Cristina
Irene sigue sin saber qué hacer con su vida. El voluntariado no está sirviendo para nada más que para tirar 1 año a la basura. Sigue sin querer estudiar. Ha pasado de ser un estudiante modélica a un KO. Y también como hija, pues también genera problemas cuando está en España o Suiza por sus compañías, sus noches de fiesta, etc.
La preocupación de la infanta Cristina se basa en su deseo de proteger la imagen de sus hijos de cualquier exposición mediática negativa, especialmente después del escándalo del caso Nóos. Por lo tanto, está decidida a evitar que la situación se repita, especialmente en el ámbito de las redes sociales. Sin embargo, aunque la infanta Cristina ha insistido en que Irene se mantenga ocupada con el trabajo voluntario en Camboya, parece que la situación no ha mejorado. Irene sigue indecisa sobre su futuro y continúa siendo motivo de preocupación tanto para su madre como para la familia en general.