La infanta Cristina estuvo presente en el cumpleaños de Juan Carlos I celebrado en Abu Dabi el pasado viernes 5 de enero. Aunque cada uno se marchó a un destino diferente, también le acompañaron sus hijos, la infanta Elena, Froilán y Victoria Federica. Las grandes ausencias estuvieron marcadas por Felipe y Letizia, Leonor y Sofía, la reina Sofía e Irene de Grecia. La ex de Iñaki Urdangarin ha vuelto este fin de semana. Este mismo lunes se destapaban algunas imágenes donde se la veía en la clase business con mascarilla y guantes, algo que sorprendió mucho ya que no se las quitó en todo el vuelo. Era la única pasajera que se protegía con estas fuertes medidas de seguridad de la era Covid. Con estos guantes conseguía tapar ese anillo de compromiso que nunca quiere quitarse de sus manos y siempre intenta proteger de los curiosos.
Juan Carlos I reunió a cerca de 100 invitados, la mayoría de ellos grandes amigos y apoyos fieles de su reinado. De hecho, su cumpleaños pretendía ser una especie de homenaje a sus cuatro décadas de reinado, eso que nunca sucederá en España. Cristina se reencontró con algunos amigos conocidos de su padre con los que guarda una excelente relación, y es que se comenta que la infanta no estuvo sola en toda la noche. Allí se relacionó con un empresario muy importante que también venía de Barcelona. Podría ser este misterioso amigo con el que se le relaciona desde hace meses. Y es que en caso de existir una supuesta relación, la hermana de Elena de Borbón no la haría pública hasta que se oficializase su divorcio con Iñaki Urdangarin.
La infanta Cristina, enamorada de una nueva ilusión
A pesar de las dificultades, la infanta Cristina ha recuperado la sonrisa y la felicidad. Sus visitas, inicialmente destinadas a ver a su hijo Pablo en los partidos de balonmano, se vuelven cada vez más frecuentes, revelando posiblemente algo más. Además de su trabajo en CaixaBank, mantiene una sólida amistad.
"A mí hoy a las 4 de la tarde, alguien de su entorno catalán muy cercano me confirma que la infanta tiene una nueva ilusión. Está por afianzarse pero es un empresario de la zona alta que ha estado siempre en su entorno de Barcelona. Hay mucha dificultad en pillarles en foto porque los paparazzi están en las rutas habituales de la infanta. Su entorno y amistades la protegen y se ven en casas particulares, no en restaurantes o lugares públicos. Esto sucede dos meses antes de firmar el divorcio. Mide mucho los tiempos”. También se la relaciona con otra persona de Madrid.