No será hasta el próximo 8 de mayo cuando saldrá a la venta el libro 'King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I' escrito por José María Olmo y David Fernández, de la editorial Libros del K.O. Sin embargo, ya han empezado a trascender algunos de los párrafos más polémicos. Por ejemplo, el que cuenta una estafa de la que fue víctima el rey emérito Juan Carlos I. Un episodio en el que, además, los autores revelan una serie de pagos que habrían recibido la infanta Cristina y otros miembros de la familia real por parte de un coronel del Ejército del Aire.
La información aparece precisamente en un capítulo titulado ‘La estafa’. Y en él se explica como el industrial mexicano Allen Sanginés-Krause le timó 20 millones de euros al emérito. Ciertamente no es una cantidad muy elevada en comparación con todo lo que se ha llevado el padre del rey Felipe VI, pero siempre es curioso escuchar una historia de un timador timado.
Así timó Allen Sanginés-Krause al rey emérito Juan Carlos I
Allen Sanginés-Krause estudió en el Instituto Tecnológico Autónomo de Ciudad de México y se doctoró en Economía en la Universidad de Harvard en 1987. Y a partir de entonces empezó a buscar la forma de hacer fortuna, encontrando en el rey Juan Carlos I una buena oportunidad. “Empezó una larga carrera en el mundo de la banca de inversión”, relatan los autores. Su objetivo era ponerse a la altura de personajes ricos como “Juan Abelló, Juan Miguel Villar Mir, las hermanas Koplowitz o la familia Botín”.
Es así como Sanginés-Krause se convierte en la herramienta de Juan Carlos para blanquear 20 millones de euros. “Si Juan Carlos I necesita encontrar una grieta en el sistema para introducir unos 20 millones de origen opaco sin que salten las alarmas de los organismos contra el lavado de capitales, Sanginés-Krause es el mejor profesional a su alcance para hacerlo. El trato se cierra paseando por los dominios del castillo de Irlanda. El rey ha encontrado una salida para unos fondos que le quemaban en las manos”, relatan Olmo y Fernández.
Las infantas Cristina y Elena se benefician del dinero opaco de Juan Carlos
Pero Juan Carlos no es el único beneficiado. Las infantas Elena y Cristina, así como los hijos de ambas, echan mano de esos fondos para algunos de sus gastos. “En 2017 (…) Sanginés-Krause inyecta más dinero en su caja B por una nueva vía: al menos desde 2015, el empresario mexicano transfiere fondos al rey a través de uno de sus ayudantes de campo en la Zarzuela, el coronel del Ejército del Aire Nicolás Murga. El dinero llega a una cuenta del militar en Ibercaja y desde ahí sale para pagar facturas privadas del rey y su familia. las infantas Elena y Cristina y los hijos de éstas usan esos fondos durante años para comprar caballos, pagar viajes y sufragar hasta desplazamientos por Madrid en Uber”.
La historia no termina bien para Juan Carlos. El dinero se esfuma y Sanginés-Krause alega que ha realizado malas inversiones. “La situación da un giro inesperado en la primavera de 2018. En una de sus habituales con Sanginés-Krause, el rey pregunta por la evolución de los 20 millones de euros que le ha confiado. Ha transcurrido casi un año desde que le entregó el dinero y no ha recibido ninguna noticia”, revela el texto. “El inversor mexicano le cuenta que la inversión ha sido un desastre. El dinero se ha esfumado y no puede hacer nada para recuperarlo. No hay forma de deshacer la inversión y reintegrarle los fondos”, concluyen sobre la ‘estafa’ al emérito.