La infanta Cristina también dio algunos quebraderos de cabeza a Juan Carlos y Sofía con su vida sentimental, como Felipe VI, aunque por suerte en ella no iba a ser la futura reina de España. Solo podía ser el actual rey o la infanta Elena por ser la primera, aunque siempre se negó si eso sucedía. Por este motivo, la madre de Juan, Pablo, Miguel e Irene pudo casarse con quién quiso. Su relación más longeva y conocida fue la que mantuvo hasta hace dos años con Iñaki Urdangarin. Estuvieron juntos más de dos décadas. Le conoció cuando le entregó una medalla. Era uno de los mejores jugadores de balonmano de España, jugaba para el FC Barcelona. Tenía a la prensa cada día en su casa y más desde que se rumoreó que Cristina y él podrían estar viéndose en secreto. Pero esta relación finalmente le ha salido rana, como muchas otras.
No es la primera vez que Juan Carlos intentó frenar una relación sentimental de Cristina, aunque después se convirtió en gran amigo de su yerno. Ahora mismo la infanta está soltera y se le ha aumentado la vigilancia por parte de Casa Real porque no quieren que cualquier hombre pueda acercarse a ella. Ya tuvieron suficiente con Jesús Rollán. La infanta siempre ha tendido a enamorarse de la persona equivocada. Francisco Ávila y Alberto Martínez escribían un libro dedicado al deportista, “Jesús Rollán: Eterno”, donde relatan con todo lujo de detalles la relación del waterpolista con la hija de Juan Carlos.
Casa Real intentó evitar la relación entre Cristina y Jesús Rollán
La infanta Cristina estaba muy enamorado de Jesús Rollán, casi más que de Iñaki Urdangarin. "Ella se había enamorado de Rollán, aunque finalmente la cosa no cuajó porque él tenía novia y nunca le dio el sí que ella anhelaba. Del amor, pues, pasaron a una amistad que parecía inquebrantable y que sirvió para que la hija de los reyes eméritos conociera al amor de su vida, el hombre que ha sido su marido durante casi 25 años". Continuó el contacto con ella y es que era muy amigo de la pareja, aunque se enfadó cuando no le invitaron a la boda.
“Desde el primer momento existió una gran afinidad entre Rollán y Cristina, dado el magnetismo del portero y su poder de seducción”, escriben los autores del libro, pero a Casa Real no les gustaba su carácter gamberro, no era una buena amistad para Cristina. “Una noche, por la Diagonal, el portero viajaba con Cristina en su coche; Jesús, para perder de vista a los escoltas, se saltó un par de semáforos en rojo, por lo que los guardas de seguridad de la infanta tuvieron que llamar a Cristina para que advirtiese a Jesús de que no volviera a hacerlo".
El waterpolista no era una buena opción para su hija. Era deportista pero le perdía el mundo de la noche y tonteó con las drogas, algo que le hizo perder su carrera deportiva. Aunque no fue su principal problema. Si bien sufría brotes psicóticos y los correspondientes efectos del consumo de cocaína, su caída al precipicio llegó por el sentimiento de soledad que ahondó una depresión y problemas psicológicos. ”Él decía que era una persona que no podía estar sola y por eso su casa se convirtió en el Hostal Rollán Manzanares", recuerda Alberto Martínez.