Cristina de Borbón es la única persona que tendió una mano a Letizia cuando llegó a Zarzuela. Felipe VI confió en su hermana para contarle que estaba enamorado de una plebeya, y famosa. En aquella época la asturiana ya era una cara visible de TVE. La infanta tuvo que pelear con sus padres cuando se enamoró de Iñaki Urdangarin, un plebeyo y deportista muy famoso de aquella época, jugaba en el equipo de balonmano del FC Barcelona. Cristina e Iñaki fueron los primeros en conocer a la nueva pareja del entonces príncipe. Les aconsejaron y allanaron el camino frente a los reyes.
Juan Carlos no la quiso como pareja de su hijo, y mucho menos como futura reina. Sin embargo, Felipe estaba harto de que su padre truncase todas sus relaciones. No se iba a casar con nadie de la realeza, quería un matrimonio feliz, no como el suyo. Así que amenazó con abandonar la corona y ser libre junto a ella. El emérito cedió, pero nunca fue hospitalario con la asturiana. Durante varios años, Iñaki y Cristina siempre iban de vacaciones junto a Letizia y Felipe. La infanta Elena también se desvinculó de ellos como hizo su padre.
La infanta Cristina iba a vengarse de Letizia
Pero el gran enfado de Cristina y Letizia sucedió en 2013. Cuando se empezó a investigar a Iñaki Urdangarin por el caso Nóos. La reina no movió ni un dedo para ayudar a la infanta y a su familia. Dejó caer al exjugador de balonmano y truncó su vida en España. La ahora reina se desvinculó totalmente de los Urdangarin, les retiró todas las funciones y la asignación que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. En diez años no se volvieron a reunir. Se sintió dolida y traicionada.
La infanta Cristina iba a vengarse de Letizia. La confianza entre ellas era máxima, la misma complicidad que existía entre Iñaki Urdangarin y la reina. El exduque sabía prácticamente todo de ella, y podría haber utilizado esa información en su contra, pero finalmente ha conseguido el dinero que demandaba. Ahora la que podría hablar y confirmar las declaraciones de Jaime del Burgo sería la hermana de Felipe. Toda la familia es conocedora de esta supuesta infidelidad, pero han callado para no entorpecer el reinado de ambos. Cristina descubrió la infidelidad. En ese momento dejó de fiarse de la madre de Leonor y Sofía. No soportaba que alguien hiciese daño a su hermano, ya no era de fiar.