Cristina e Iñaki formalizaron su divorcio el pasado mes de enero, en tan solo unas semanas se cumplirá un año del fin definitivo de su matrimonio. Llegaron a un acuerdo después de dos años de una batalla legal con sus respectivos abogados, y gracias a Juan Carlos I, ya que su hija no estaba dispuesta a ceder al chantaje del padre de sus hijos.
Iñaki Urdangarin ingresó en prisión por el caso Nóos, pero no era el único culpable, incluso la infanta Cristina tuvo que declarar en el juicio. Juan Carlos I prometió al exjugador de balonmano que sería muy generoso con él si no abría la boca. Su silencio tendría un precio muy alto. Una vez salió de prisión empezó la estrategia del padre de Juan, Pablo, Miguel e Irene. Pidió dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que una conocida editorial le ofreció escribir y 25.000 euros mensuales de por vida. El emérito es quien se encargada de todos estos pagos a través de transacciones desde Suiza para evitar que su dinero pase por las manos de la Hacienda Pública.
Iñaki Urdangarin ya no quería saber nada de la infanta Cristina
El exduque de Palma tenía muy claro que terminaría separándose la infanta Cristina. Desde que estalló el caso Nóos, la relación de ambos se resintió, pero mucho antes ya se filtraron mensajes en los que Iñaki hablaba con otras mujeres con un lenguaje subido de tono. La hija de Juan Carlos I siempre ha estado enamorada del padre de sus hijos. Por ello, cuando le vio con Ainhoa Armentia se sintió traicionada y humillada. Pero realmente no existió una infidelidad como tanto se dijo en su momento, ya que ambos aún eran matrimonio, pero se habían separado de mutuo acuerdo. Las visitas de Cristina a la cárcel de Brieva se redujeron hasta el punto de desaparecer, y cuando Iñaki recibió el tercer grado ni tan siquiera apareció para volverle a ver y mostrarle su apoyo.
En 2014, cuando estalló el caso Nóos, Felipe VI y Letizia le recomendaron a la infanta Cristina divorciarse de Iñaki Urdangarin, sino tendría que renunciar a la corona. Prefirió apostar por el amor y renunciar a la institución y a sus privilegios. No quería que sus hijos se quedasen sin su padre, además, ella estaba muy enamorada. Y lo continúa estando.
La infanta Cristina siempre ha tenido la esperanza de volver con Iñaki Urdangarin. Pensó que su relación con Ainhoa Armentia sería un capricho, algo pasajero que acabaría pronto, pero ya llevan juntos tres años. Hasta la hija de Juan Carlos recompró el piso en el que vivió el inicio de su historia de amor con Iñaki porque no puede olvidarle. Está muy enamorada. Si el exduque de Palma le pidiese volver, lo haría con los ojos cerrados. Ella ha intentado volver con él en más de una ocasión.
