Cristina de Borbón se divorció oficialmente de Iñaki Urdangarin el pasado mes de enero después de dos años de una incansable lucha legal para llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Fueron los medios de comunicación los que comunicaron esta decisión, ya que en ningún momento ninguna de las dos partes implicadas han emitido ningún comunicado oficial. El proceso se inició en enero de 2022, unos días después de aparecer la portada del exduque de Palma en compañía de otra mujer dando un paseo por la playa de Bidart. Poco después se descubrió que se trataba de Ainhoa Armentia, una abogada de Vitoria con la que compartió trabajo en los últimos meses tras salir de prisión.
Son muchos los que hablan de infidelidad, pero en el matrimonio ya existían problemas desde hace años. El caso Nóos y el ingreso en prisión de Iñaki erosionaron a la pareja. Las visitas de la infanta Cristina a prisión se redujeron considerablemente hasta el punto de desaparecer, ni tan siquiera cuando salió de la cárcel fue a visitarle a Vitoria, ella se quedó en Suiza. Cuando descubrió la relación de su entonces marido con Ainhoa, se sintió dolida y traicionada, sin embargo, ya hacía tiempo que no compartía nada con él. La relación estaba totalmente rota.
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia cada vez más enamorados, Cristina, soltera
Mientras Iñaki Urdangarin ha celebrado sus tres años de relación con Ainhoa Armentia, hasta la fecha no se ha confirmado ninguna relación de Cristina. Dicen que la infanta continúa soltera, aunque se la ha visto muy bien acompañada de algunos hombres. En estos dos años la madre de Pablo, Juan, Miguel e Irene ha conocido más en profundidad a algunos amigos cercanos, aunque nada serio. De hecho, en este tiempo dos hombres habrían cesado las relaciones con la hija de Juan Carlos I. No habrían afianzado la relación, nada serio.
"No es como Elena, no son el mismo tipo de divorciadas. Elena no ha conocido varón desde que se separó de Marichalar. Ha hecho una vida muy para dentro, muy familiar, muy de sus amigas, de fincas, de cacerías, muy religiosa, muy íntima. Van a llevar una vida muy distinta", comentó Pilar Eyre.
Aunque ya es una mujer divorciada, Cristina no quiere que se la vea en actitud cariñosa con ningún otro hombre. Por este motivo se esconde en una monovolumen de color negro de la marca Volkswagen que está a nombre de una de sus mejores amigas. Además, también usa un Mercedes que no tiene controlado la prensa.