La infanta Cristina lleva muchos años viviendo en Suiza. Allí, la hija de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía tiene su vida montada, con su trabajo y su círculo de confianza. Un lugar que no piensa abandonar, pese a que en el último año se ha especulado con su posible regreso.
La infanta Cristina fue una de las señaladas cuando estalló el caso Nóos en 2013. Pese a que aseguró que no tenía ni idea de lo que hacía su marido con los fondos de la fundación, quedó señalada como una de las partes corruptas del caso. Aquello le costó ser apartada de la familia real y la retirada del título de duquesa de Palma.
El calvario de la infanta Cristina empieza en 2013
No contenta con su imagen maltrecha, la infanta se mantuvo al lado de Iñaki Urdangarin mientras este cumplía condena. Le dio apoyo en todo momento e iba a verlo de vez en cuando. Una actitud que le echó todavía más encima el peso de la opinión pública. Se daba a entender que estaba de acuerdo con las corruptelas del ex jugador de balonmano. De hecho, tuvo que mudarse con sus hijos fuera de España dado el acoso y derribo que estaban sufriendo. Se conoce que Juan incluso sufrió bullying en el colegio e insultos por la calle.
Iñaki, sin embargo, le pagó con otra moneda. Concretamente, en forma de infidelidad con Ainhoa Armentia. El bochorno que tuvo que aguantar no tiene precedentes.
La infanta Cristina no olvida los desprecios que tuvo que soportar en España
Asimismo, mientras ha durado el proceso de divorcio de Iñaki, se ha especulado con su regreso a España. El motivo es que hasta ahora residía con Irene, la hija pequeña de la familia, en Suiza. Y se esperaba que la joven pasara una buena temporada mientras cursaba la formación que tenía prevista en la École Hôtelière de Lausanne (EHL). Sin embargo, por varios motivos, Irene decidió aparcar sus estudios y tomarse un año sabático lejos de Suiza. Así las cosas, primero se instaló en Zarzuela mientras se sacaba el carnet de conducir, mientras que a principios de año se fue a Camboya a realizar tareas humanitarias.
No obstante, pese a que Irene ya no está en Suiza, Cristina no piensa volver. Así lo revelaron desde el entorno de la infanta para Vanitatis. Y es que la hermana de Felipe VI está muy dolida con la sociedad española tras todo lo ocurrido con el caso Nóos. Lo pasó muy mal y no quiere repetir la experiencia. “La infanta Cristina seguirá en Ginebra porque esa es su casa y no se va a mudar jamás. Menos para vivir en España, un lugar en el que no se siente cómoda porque ha sido juzgada tanto por un tribunal como por la sociedad”.