Cristina e Iñaki han llegado finalmente a un acuerdo de divorcio tras dos años de batallas legales con sus abogados. Anunciaron su separación a principios de 2022 tras filtrarse las fotografías donde se podía ver al exduque de Palma con otra mujer dando un paseo por la playa de Biarritz. Se trataba de Ainhoa Armentia, quien fue su compañera de trabajo en el bufete de abogados de Vitoria. Actualmente continúa juntos y están cada vez más enamorados con grandes metas de futuro.
Entre ellos ha sido muy difícil llegar a un acuerdo. Iñaki Urdangarin no cedía ante sus exigentes peticiones, mientras que Cristina no quería que el padre de sus hijos se beneficiara de su relación. Juan Carlos es quien ha hecho de intermediario entre ambas partes para conseguir que cediesen. El emérito se encargaría de todos los gastos. Él financiaría la nueva vida de su ex yerno. Según ha podido saber Juan Luis Galiacho, la pareja de Ainhoa Armentia ya ha cobrado el primer millón de los dos que pidió en concepto de indemnización por el libro que escribió y al que finalmente renunció. También habría visto como su sueldo se incrementa de los 6.000 euros que firmaron en las capitulaciones matrimoniales, a los 25.000 euros por divorcio. Sin embargo, ha perdido su escolta y todavía no se sabe que sucederá con la casa de Bidart que compraron entre ambos. No podrá visitar la casa de Baqueira ni el palacio de Marivent.
Se rumorea que ya habrían firmado el divorcio en Ginebra con Juan Carlos I como testigo. Un abogado de Barcelona estaría redactando el comunicado que vería la luz en las próximas semanas y con el que pondrían punto y final a su historia de amor de más de dos décadas y cuatro hijos en común.
Cristina no quiere que Iñaki se case con Ainhoa Armentia
A partir de ahora Iñaki Urdangarin quiere vivir en el anonimato, alejado del foco mediático y cumplir con la ley para no tener ningún problema más. Aunque estuvo en prisión con todas las comodidades, es el episodio más duro de su vida.
Sin embargo, la infanta Cristina no quiere desprenderse de su anillo de casada, tampoco olvidarse de aquella historia de amor. La hija de Juan Carlos siempre ha estado enamorada del padre de sus hijos, pero se ha sentido humillada y traicionada, por este motivo no quiere que Iñaki rehaga su vida con Ainhoa. Sabe que ambos piensan casarse a corto plazo, pero no a cualquier precio. La infanta exige una cláusula donde el exjugador de balonmano pierde todos los beneficios si se casa con la abogada.