La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han partido peras. Se Nóos rompió el amor de tanto usarlo. Tú a Boston y yo a California. O lo que es lo mismo, Tú a Suiza y yo a Vitoria. Y con nueva pareja, él, Ainhoa Armentia. Ella, de momento, está mejor sola a pesar de la lista de pretendientes que algún medio ya ha puesto encima de la mesa. Hubo un tiempo, sin embargo, que eran inseparables, que iban juntos de la manita y se dedicaban miradas enamoradas y cómplices. Un tiempo donde lo hacían todo juntos y donde tenían un círculo de amigos en común con los que reían e iban juntos constantemente.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin GTRES

Uno de estos amigos íntimos de la exparejita feliz era el recordado y querido Jesús Rollán, que nos dejó antes de tiempo de manera trágica. El mítico portero de la selección española de waterpolo, con la que consiguió numerosos éxitos, como la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, fallecía en 1996 después de sufrir una espiral de autodestrucción y una dependencia en las sustancias estupefacientes. Rollán y Urdangarin se conocieron en la Residencia Blume, donde también estaba alojado un joven Urdangarin. Estuvieron compartiendo residencia tres años, ""Allí estaban todos los juerguistas y crápulas de la época. Eran los más golfos pero eran los mejores del mundo en lo suyo, nadie les podía decir nada”, recuerda un famoso deportista que también estuvo allí con ellos. Considerado uno de los mejores deportistas españoles, sin embargo, pasó de la gloria al olvido, especialmente, por parte de algunos buenos amigos que lo abandonaron y dejaron de la mano de Dios cuando más los necesitaba... Como Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, que le provocaron una decepción absoluta. Este jueves sale publicado un libro que repasa la historia de esta leyenda del deporte, Eterno, vida y muerte de una leyenda, de los periodistas Francisco Ávila y Alberto Martínez.

 

Los autores, tal como recoge Sílvia Taulés en Vanitatis, explican algunos dificilísimos momentos de la vida y carrera del waterpolista. Por ejemplo, en un capítulo recuerdan que cuando Rollán necesitaba más ayuda, la familia recurrió a Iñaki Urdangarin, entonces vicepresidente del Comité Olímpico Español. ¿Y qué les han explicado algunas fuentes? Que quizás el exduque de Palma trabajaba en un organismo olímpico, pero que pasó olímpicamente de quien había sido su amigo: "varios testigos que les cuentan que el marido de la infanta nunca respondía al teléfono y que siempre estaba reunido. Le dio la espalda". Rollán y Urdangarin eran amigos desde hacía muchos años, y precisamente fue el emblemático jugador de waterpolo quien le presentó a la infanta Cristina, manteniendo una intensa amistad a tres bandas desde entonces. Recuerda también el citado medio que "Ella se había enamorado de Rollán, aunque finalmente la cosa no cuajó porque él tenía novia y nunca le dio el sí que ella anhelaba. Del amor, pues, pasaron a una amistad que parecía inquebrantable y que sirvió para que la hija de los reyes eméritos conociera al amor de su vida, el hombre que ha sido su marido durante casi 25 años".

Boda Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina GTRES

Pero una vez juntos, y cuando Rollán estaba inmerso en una difícil situación personal, los dos fallaron a su amigo. Incluso, explica el libro, no lo invitaron a su boda, "y eso que el joven waterpolista ya se había comprado el traje". Lo más grave, sin embargo, evidentemente, fue que no lo invitaron a la boda, pero tampoco lo ayudaron cuando más lo necesitaba. Después, eso sí, hicieron el paripé de ir al funeral de Rollán, cogidos constantemente de la mano, sin separarse, para dar un último adiós a un hombre al que ya habían despedido en vida muchos años atrás, sin estar a su lado cuando el portero de la selección más lo necesitaba.