Hace más de ocho meses que Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón formalizaron su divorcio, un proceso que tomó dos años de negociaciones y que enfrentó numerosas dificultades antes de llegar a un acuerdo. Ambas partes encontraron complicaciones para llegar a un pacto que satisfaciera sus intereses. Sin embargo, al final, fue Urdangarin quien logró lo que quería, gracias a la intervención de Juan Carlos I. El exjugador de balonmano tenía conocimiento de información comprometida, lo que llevó al rey emérito a preferir mantenerlo en una situación controlada, y para lograrlo, aceptó financiar las demandas de su exyerno. Según el periodista Juan Luis Galiacho, Urdangarin recibió una indemnización de dos millones de euros y se le ha asignado una renta vitalicia de 25.000 euros mensuales. Este monto será pagado por la infanta Cristina una vez que su padre fallezca. Los pagos se realizan en Ginebra para evitar la tributación en España.
Hace dos años que la infanta Cristina y Urdangarin anunciaron oficialmente su separación, tras la aparición de unas fotografías que mostraban al exduque de Palma paseando por la playa de Bidart con otra mujer, Ainhoa Armentia. Estas imágenes desataron rumores de infidelidad, aunque parece que el matrimonio ya estaba deteriorado desde hacía tiempo, aunque nunca se había confirmado públicamente. Las visitas de la infanta a la prisión de Brieva, donde Urdangarin cumplía condena, fueron cada vez menos frecuentes hasta desaparecer por completo. Incluso, cuando él obtuvo el tercer grado penitenciario, ella no acudió a verlo.
Iñaki Urdangarin vivía un infierno con la infanta Cristina
Cristina era consciente de que su matrimonio atravesaba serios problemas, pero tenía la esperanza de que pudieran solucionarlos. A pesar de los indicios de ruptura, la infanta pensaba que la relación de su exmarido con Ainhoa sería algo pasajero y que, eventualmente, él regresaría a su lado. Sin embargo, la realidad fue muy diferente. Urdangarin ha dejado claro que su nueva relación es seria y que está profundamente enamorado de Ainhoa. De hecho, ha llegado a expresar su deseo de casarse con ella en el futuro, ya que se siente más feliz de lo que fue con Cristina, hermana del rey Felipe VI.
Por otro lado, Urdangarin siempre ha expresado su descontento por pertenecer a la familia Borbón, lo que le generó numerosos problemas y lo llevó a vivir algunos de los peores años de su vida. Además, su relación con Cristina no le brindaba felicidad. Incluso, en su momento, se filtraron correos electrónicos que sugerían una posible infidelidad por parte de él. Según la periodista Maica Vasco, la vida del exduque junto a Cristina era "un infierno", donde no soportaba el carácter autoritario de su esposa, quien, al parecer, le gritaba constantemente. Según estas versiones, Urdangarin obedecía sin protestar para evitar conflictos, pues ya sabía cuáles serían las consecuencias de no hacerlo.