Ya les avanzamos en EN Blau VIP hace unas semanas, el programa que presenta Marc Leirado, todo lo que pasaba con el piso de la infanta Cristina y su ex marido Iñaki Urdangarin. La hermana del rey está centrada y con los cinco sentidos en darle un nuevo aspecto al ex nidito de amor que tenía con su exmarido. Este miércoles nos hemos levantado, como siempre, con las portadas de las revistas del corazón, por ejemplo, la de la revista ¡Hola!, con una reunión borbónica en Abu Dabi para celebrar el cumpleaños del yayo Juan Carlos el pasado 5 de enero, con sus hijas y nietos, y, la novedad, con las parejas de los netos, y como siempre, con las ausencias sonadas de su hijo Felipe, su nuera Letizia y sus nietas Leonor y Sofía.
Una infanta Cristina a quien aquí vemos sonriendo, pero en cambio, en otra portada, la de la revista Semana, vemos con cara de vinagre, preocupación, molestia o como quieran llamarle. ¿Por qué? Porque ha tenido un accidente inesperado, se ha hecho mucho daño en el brazo y lo lleva en cabestrillo.
La hermana del rey está concentrada en reformar su piso de Barcelona, supervisando todas las obras para que la remodelación que está llevando a cabo quede comme il faut, como ella quiere. Una nueva etapa vital para la infanta, después de ver cómo sus hijos celebraban la última noche del año con su padre y su pareja, Ainhoa Armentia, y ella sola. Cristina tiene asumida una nueva vida, pasar más ratos en España y volver a coger cierta rutina en Barcelona, el que ha sido su hogar durante décadas cuando vivía feliz y enamorada del ex del Barça de balonmano y ella trabajando en La Caixa. Por eso, aunque vive en Ginebra, está poniendo a punto su piso de Barcelona, donde están haciendo reformas que empezaron a principios del mes de enero. Un piso en el barrio de Pedralbes, "de 300 metros cuadrados, cuatro habitaciones, tres baños, un trastero para acumular lo que sobra y una amplia terraza que permite la entrada de luz natural, dando amplitud al espacio. La exclusiva vivienda cuenta, además, con dos plazas de garaje de dimensiones más que suficientes".
Según las informaciones, a la Infanta Cristina le habría costado cerca de dos millones de euros hacerse con el que, no lo olvidemos, era su antiguo piso. "En principio no tiene pensado mudarse a la vivienda de forma permanente, sino convertirla en su refugio cuando viaje a España y ponerla a disposición de Pablo Urgangarin". Aprovechando su estancia en la capital catalana, visitó a uno de sus médicos de cabecera para tratarse la lesión que la revista ha publicado en exclusiva, una lesión en el brazo izquierdo que ha hecho que lo tenga inmovilizado. La duda que nos queda ahora es cómo se habrá hecho esta lesión, qué accidente doméstico habrá tenido.