Juan Carlos I tenía planeado participar en las regatas celebradas en Sanxenxo el pasado mes de marzo como hace de forma habitual, pero por primera vez su ausencia fue notable. Estaba todo preparado para su presencia, y a última hora de esa misma mañana se confirmó que el emérito no estaría presente en esta ocasión. Generó un gran revuelo mediático, aunque se tardó poco en descubrir donde estaba. Su avión privado salió de Abu Dabi pero no aterrizó en España, sino en Ginebra. El emérito programó de urgencia una visita con sus médicos de confianza a la Tour para cambiarse las pilas de su marcapasos. Una intervención muy sencilla que no requirió de anestesia general y pasó menos de una hora en quirófano. Por norma general cualquier persona puede irse unas horas después, pero en su caso se quedó varios días en observación, así tuvieron oportunidad de realizarle algunas pruebas relacionadas con sus problemas de movilidad.

juan Carlos Felipe

El marido de la reina Sofía padece artrosis y la enfermedad está muy avanzada. De hecho, su pierna izquierda está totalmente inmóvil. El emérito se ha sometido a revolucionarios tratamientos en medicina regenerativa con células madre pero solo han alargado la agonía. Juan Carlos I ha recibido el peor de los diagnósticos. Según su médico deberá usar una silla de ruedas hasta el fin de sus días, ya no hay mucho más por hacer. Se podría someter a una intervención, pero a su edad es muy peligroso y los resultados no serían notables, mucho menos la recuperación.

Juan Carlos I no acepta su nueva vida, no quiere vivir en una silla de ruedas 

Quedarse en silla de ruedas es la peor noticia para Juan Carlos I ya que no quiere verse como una persona dependiente. En breve tendrán que ayudarle a todo, tanto ducharse como hacer sus necesidades. Es el peor castigo para un rey que ha gozado de inviolabilidad y siempre se ha creído todopoderoso.

Juan Carlos I está en el tramo final de su vida. Estas semanas en Ginebra asimilando la situación han sido muy duras para él. Ha estado acompañado en todo momento por la infanta Cristina. Sus hijos no saben como animarle, no sale de la habitación y apenas come. La situación es muy peligrosa.

La infanta Cristina no solo se ha reunido con sus dos hermanos, también con sus hijos para ponerles en situación sobre el estado de salud de su abuelo. Les ha pedido que ayuden al emérito. Necesita el cariño de toda la familia, ya que la situación es muy grave y podría atravesar una depresión.

Cristina y sus hijos GTRES