Las últimas, han sido unas semanas muy duras para la infanta Cristina. La hija de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía ha estado cerrando el acuerdo de divorcio con Iñaki Urdangarin. Un episodio desagradable que llega justo cuando iban a cumplir 26 años de casados.
Pero, a pesar de todo el sufrimiento que esto le ha causado, parece que la infanta Cristina se ha quitado un gran peso de encima y en los últimos días se le ha visto muy relajada. El pasado fin de semana, hizo una aparición en una boda celebrada en Medina Sidonia. Y el martes 3 de octubre, estuvo presente en un partido muy especial para su hijo Pablo. Pablo, quien defiende la camiseta del BM Granollers, se enfrentó al FC Barcelona, su antiguo equipo. A pesar de que marcó dos goles, lamentablemente, el equipo de Pablo perdió con un marcador de 23-40.
Pablo Urdangarin, apoyado por su familia y la de Johanna Zott
Fue un momento muy especial que nadie quiso perderse. La infanta Cristina estuvo en la grada del Palau d’Esports, aunque sabemos que no es precisamente bienvenida en Granollers, como ya te habíamos contado en este medio.
Sin embargo, se mostró tranquila durante el partido, y las muestras de cariño que recibió por parte de su hijo Pablo seguramente ayudaron a que se sintiera más cómoda. Por otro lado, en el partido también estuvo presente Johanna Zott, la novia de Pablo. Johanna no se pierde los partidos de su chico, y este era especialmente importante. Sabía que era un día especial para Pablo y quería estar allí para mostrarle su apoyo. Incluso, parte de la familia de Johanna asistió al partido.
Desencuentro entre la infanta Elena y la madre de Johanna Zott
Se había especulado con la posibilidad de que, para fortalecer las relaciones entre las respectivas familias, se llevara a cabo una cena después del partido con la infanta Cristina y los padres de Johanna.
Pero ni cena ni nada. De hecho, Cristina y su consuegra ni se sentaron juntas ni se saludaron. Y por supuesto, tampoco hubo cena después del partido. Cada una se fue por su lado, mientras Pablo abandonaba el lugar junto con sus compañeros de equipo.