La infanta Cristina tiene miedo a los miércoles. Es el día que salen las revistas y las fotos de su marido siéndole infiel con otra. Un miércoles de febrero se publicó la portada definitiva: su todavía marido, Iñaki Urdangarin, pegándosela con su amante vasca, Ainhoa Armentia. Cristina contraatacó en la misma revista revelando que no perdona y que piensa divorciarse de Iñaki. Lecturas sigue dando exclusivas sobre la situación del tercer matrimonio real que se deshace después del padre y la hermana mayor. Pilar Eyre es la experta en Casa Real a la que más teme Cristina porque viven en la misma ciudad. Barcelona, para según qué chismorreos, parece un pueblo: Eyre se entera de todo.
Eyre sabe exactamente cuál es el estado mental de Cristina, sufre una especie de agorafobia, miedo a la gente:"Aunque Cristina está acostumbrada a la presión de los medios, lo sucedido últimamente ha hecho que tenga cierto miedo a salir a la calle, aunque en Suiza siempre ha llevado una vida muy retraída: no tiene amigos, no pertenece a ningún club, no alterna con la sociedad de Ginebra donde viven muchos aristócratas, ni siquiera acude a las estupendas estaciones de esquí alpinas, ella que tan aficionada es a este deporte. Vive volcada en sus hijos porque no quiere que padezcan el mismo desamparo en el que ella creció, pero Irene en breve irá a la universidad". Le ha molestado que se haya dicho que Cristina se sostiene gracias a su hija adolescente de 16 años que es la única que vive con ella.
"En Barcelona no se separó de Irene, pero otro de los titulares que le han molestado estos días ha sido “Cristina se apoya en su hija Irene” porque arguye que “Irene es una niña y sobre todo es mi hija ¡es ella quien se apoya en mí!”.
La columna de Pilar Eyre está llena de detalles de la vida barcelonesa de la infanta. A su despacho en las torres negras de La Caixa, delante de su hotel, entraba en coche de cristales tintados y hacía una jornada de 7:30 a 19:30 comiendo en la oficina. Volvió en su peluquería habitual, la de la calle Benet Mateu, por debajo de la Plaza Artós en Pedralbes. Seguramente es Llongueras, el mismo lugar donde cortan el pelo de su hijo Pablo:"A la infanta le horrorizaba el aspecto descuidado con el que ella aparecía en las revistas. Como todas las señoras “bien” de Barcelona, se cortó el pelo a la altura de los hombros, se tiñó y se hizo mechas. Se depiló las cejas. Y, de forma excepcional, se decidió por una manicura con ese rojo oscuro de Chanel que es signo de reafirmación y empoderamiento. Estaba guapa, muy triste y tremendamente delgada".
Mientras Cristina vive desolada entre Ginegra y Barcelona reponiéndose de un engaño, su hermana se cambia de piso. La misma revista explica que Elena se instala en un pisazo de lujo de 2,5 millones de euros, en la Milla de Oro en pleno centro de Madrid y un detalle "Adaptada para personas con movilidad reducida, caso de que su padre se mude conoella". Juan Carlos viviendo en el barrio de Salamanca de Madrid. La Corona implosionará.