La infanta Cristina se compró un piso en Barcelona el año pasado, justamente en el mismo edificio en el que empezó su relación con Iñaki Urdangarin, cuando todavía no tenían hijos. La hermana de Felipe VI vivirá en la lujosa zona de Pedralbes, en la parte más alta de la ciudad condal, muy cerca de Pablo Urdangarin. No obstante, ahora mismo el piso se encuentra en obras y no está previsto que lo habite a corto plazo. Más bien es una inversión de futuro. La infanta se quedaría en Ginebra hasta la muerte de Juan Carlos I. De esta forma, la parte de su herencia no pasaría por las manos de la Hacienda Pública. El emérito también tiene cuentas en Suiza.

Juan Carlos no quiere que a su familia le falte de nada. Se encarga de todos los pagos, tanto de sus dos hijas como de seis de sus ocho nietos, ya que Felipe VI y Letizia no querían que la princesa y la infanta tuviesen algo que ver con su fortuna, ya que está manchada. El marido de la reina Sofía se comprometió a financiar la vida de sus nietos. Según Pilar Eyre, les pasaría todos los meses una pensión de 10.000 euros a cada uno. En el caso de los Urdangarin, estas cuentan figurarían en unas cuentas corrientes en Suiza, también estarían exentos de la Hacienda Pública. Hay que tener en cuenta que a excepción de Pablo, los tres no viven en España, sino en Londres y Suiza.
La infanta Cristina se ocupa del dinero de los Urdangarin, la fortuna del emérito está a salvo
Hasta la fecha es la infanta Cristina quien se encarga de los movimientos de esas cuatro cuentas, ya que es ella la que reside de forma habitual en Ginebra. Su domicilio fiscal se encuentra allí.
“Todos, excepto Leonor y Sofía, reciben generosas asignaciones mensuales por parte de su abuelo y estarán presentes en su testamento, excepto, de nuevo, Leonor y Sofía. Dada la magnitud de la fortuna de Juan Carlos y que está radicada en un paraíso fiscal, estos chicos no tendrán nunca problemas económicos, ni ellos ni sus descendientes. Como aún son muy jóvenes sus biografías están en construcción todavía, seguiremos informando”, detalla Pilar Eyre.
Los nietos de Juan Carlos están bien asesorados para que no les falte nunca dinero ni la Hacienda Pública esté detrás de ellos. La infanta Cristina gestiona todo su patrimonio, igual que ha hecho hasta la fecha el emérito con sus tres hijos, aunque Felipe VI renunció a la herencia, pero no a la de la reina Sofía, quien también es beneficiaria del emérito. Leonor y Sofía tampoco han renunciado al dinero de Juan Carlos I, por ahora.
