Después de su paso por el FC Barcelona, Pablo Urdangarin firmó por el BM Granollers, donde está completamente volcado con el equipo. Pablo quiere seguir los pasos de su padre, Iñaki Urdangarin, y lo está dando todo para convertirse en un jugador importante. Por el momento no es el que más minutos tiene, ni mucho menos, pero está muy involucrado. Y poco a poco se va sintiendo más arraigado a su nuevo club. 

El pasado viernes hubo partido en Granollers. Su equipo derrotó por 32-24 al Blendio Sinfín. Y como en muchas otras ocasiones, en las gradas estaba su novia, Johanna Zott, que no pierde detalle de las evoluciones del joven deportista. Johanna suele acudir a todos los partidos y le muestra todo su apoyo desde la grada. Se nota que la joven está muy enamorada.  

Johanna ve a pablo

Johanna Zott no se pierde ni un partido 

En esta ocasión, Zott acudió junto a su madre, que también mantiene una excelente relación con Pablo. Y al acabar el partido, Pablo se acercó a Johanna para dedicarle un beso muy apasionado. 

A diferencia de otras ocasiones, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina no acudieron al evento. Ambos han ido a ver a su hijo en algunos partidos anteriores. Sobre todo Iñaki. De hecho, ambos han coincidido en alguno. Y pese a que se encuentran en pleno proceso de divorcio, se han mostrado una gran concordia.  

No obstante, en esta ocasión no hubo ni rastro de ellos. Y todo apunta a que, al menos Cristina, no volverá a hacer acto de presencia. El motivo es que cuando ha ido no ha estado cómoda. Y no por la presencia de Iñaki, sino por algunas reacciones que percibió por parte de algunos aficionados.  

La infanta Cristina se borra de Granollers 

Al parecer, su presencia no gusta en las gradas. La hija de un rey corrupto no es bienvenida. Además, en Granollers tampoco son muy monárquicos que digamos. Y en su última visita ya se llevó algunos improperios.  

En todo caso, si no va no es por ella. A la infanta le resbala lo que le digan. Pero no quiere incomodar a su hijo ni generar una controversia que, inevitablemente, afectará a Pablo