Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin han puesto punto y final a su matrimonio al firmar definitivamente el divorcio tras dos años de incasable lucha legal con sus respectivos abogados. La infanta no estaba dispuesta a ponerle las cosas fáciles al padre de sus cuatro hijos porque estaba muy enamorada y no pensaba perderle, aún creía que las cosas entre ellos podrían solucionarse y darse una segunda oportunidad, pero finalmente no ha sucedido. La hija de Juan Carlos todavía no ha abierto los ojos y no se ha dado cuenta que la relación entre el exjugador de balonmano y Ainhoa Armentia va muy en serio.

Iñaki Urdangarin ha conseguido su propósito, va a vivir a cuerpo de rey gracias a los Borbón. Hace una década aceptó ir a presión para demostrar que la justifica era igual para todos y salvar a la corona, como a la madre de sus hijos. Pero sabía que pagarían un alto precio por su silencio. El exjugador de balonmano se ha ido con dos millones de euros y 25.000 euros mensuales que le pagará Juan Carlos I.

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina

El exduque de Palma y Ainhoa Armentia han cumplido dos años de feliz relación. Ahora que se ha firmado el divorcio, la pareja ha alquilado una casa en Vitoria en la que ya se han instalado con los hijos de ella. En unos meses podrían anunciar su futuro compromiso, algo que a Iñaki le hace mucha ilusión porque desea formalizar la relación.

Cristina no logra rehacer su vida porque está muy enamorada de Iñaki 

Ese sería el dolor más grande para Cristina, ya que ella está profundamente enamorada de Iñaki, aún con todo lo que ha sucedido entre ellos en estos últimos años. Desde que salió de prisión el matrimonio no estaba en su mejor momento. La infanta dejó de visitarle, él salió y se instaló en Vitoria en casa de su madre, y ella se quedó en Ginebra. Una relación a distancia era muy raro.

Iñaki y Cristina de la mano

Se cree que la infanta Cristina no será como su hermana Elena e iniciaría una nueva relación. No obstante, ha conocido a varios hombres en estos últimos dos años, amigos de toda la vida, empresarios de éxito en Barcelona, que no han logrado cuajar en su corazón por un problema, no consigue olvidar a Iñaki. Para ella todos son poca cosa en comparación al padre de sus hijos. En su última aparición, la hija de Juan Carlos todavía lleva su anillo de compromiso.