La infanta Cristina ha vivido el peor año de su vida con la ruptura de Iñaki Urdangarin. La hija de Juan Carlos estaba muy enamorada del padre de sus hijos y aunque había problemas en el matrimonio creía que podrían solucionarse. Debido a su ingreso en prisión, ambos vivían separados, él en Vitoria y ella en Ginebra. Los primeros meses le visitaba todas las semanas, pero poco a poco se fueron distanciando. Con el tercer grado, el exduque empezó a trabajar en un bufete de abogadas donde coincidió con Ainhoa Armentia, su actual pareja. Empezaron una relación de amistad y finalmente se enamoraron, aunque estaban dispuestos a mantener su relación en secreto y no tenían intenciones de divorciarse. Al exjugador de balonmano no le convenía.
Cristina descubrió que su matrimonio se había acabado a la vez que el resto de españoles. Se publicaron unas fotografías donde se veía a Iñaki Urdangarin dar un paseo por la playa de Biarritz de la mano de Ainhoa Armentia. Allí descubrió la infidelidad, y ese engaño es el que le rompió el corazón. La hermana de Felipe había sacrificado su vida monárquica por amor. Ella siempre la apoyó.
Ahora Iñaki Urdangarin quiere olvidarse de todos los borbones y empezar una nueva vida al lado de Ainhoa Armentia. Ella ya está divorciada de su marido y él está a punto de hacerlo de Cristina. En ese momento podrán dar el primer paso de vivir juntos diariamente, aunque él tiene a su madre y ella a sus dos hijos adolescentes que no habrían recibido con buenos ojos al nuevo novio de su madre.
Juan y Pablo apoyan a Iñaki, Irene y Miguel a Cristina
Los hijos de la infanta Cristina tampoco tienen una excelente relación con Ainhoa Armentia por ahora. De sus cuatro hijos hay dos que lo han pasado realmente mal con la ruptura de sus padres. Miguel e Irene son los más cercanos a su madre. La han visto llorar y sufrir por amor, especialmente la más pequeña que vive con ella en Ginebra. La relación con su padre es bastante tensa. Por otro lado, Pablo Urdangarin es más conciliador y tiene una excelente relación con ambos, apuesta por la unidad familiar, no quiere problemas. Y por último se encuentra Juan Urdangarin, el único defensor al 100% de Iñaki. El mayor cree que se ha hecho mucho daño a su padre por parte de la corona, Juan Carlos I podría haberlo salvado, sin embargo quiso que pagase con la cárcel para demostrar que la justicia es igual para todos.
La infanta Cristina nunca ha hablado mal de Iñaki Urdangarin a sus cuatro hijos a pesar de los problemas que existan entre ellos, solo quieren que tengan una buena relación con su padre. Sin embargo, no sucede lo mismo con Ainhoa Armentia. En una de las cláusulas del divorcio, Cristina pedía que sus hijos no conociesen a la abogada. De momento no se ha producido un encuentro entre ellos, aunque todos saben de su existencia, especialmente Juan y Pablo que han podido verla en alguna ocasión. En más de una ocasión la hermana de Elena pregunta a sus hijos sobre Ainhoa.