Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin vivieron una época en la que se odiaron. No podían ni verse, especialmente la infanta, se sintió humillada y traicionada por el padre de sus hijos al ver las fotografías de este dando un romántico paseo con Ainhoa Armentia por las playas de Biarritz. Mostraron una gran complicidad. La hija de Juan Carlos I se enteró de esta relación por las fotografías de la revista. Le dieron el aviso de que habían visto al padre de sus hijos con otra mujer, aunque en un principio creyeron que era ella, y les confirmó que no. Les pidió unos días para publicar las imágenes. Ella quería arreglar las cosas primero.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

La infanta Cristina estaba en Ginebra con Irene Urdangarin en aquel momento. No dijo nada a sus hijos. Cogió un avión de urgencia a Bidart. Si habían estado paseando por Biarritz, estaba claro que el exjugador de balonmano se había llevado a su nueva pareja al piso que Cristina e Iñaki se compraron juntos en Bidart y donde pasaban varias semanas en verano de vacaciones. Efectivamente, entró al piso y los encontró con las manos en la masa. La madre de Juan, Pablo, Miguel e Irene la cogió del pelo y le dio varios estirones. Tuvieron una fuerte pelea y una posterior discusión con Iñaki. La hermana de Felipe VI estaba muy nerviosa, Ainhoa se quedó inmóvil ante la situación, mientras que el exduque de Palma la intentaba separar. Entendían su enfado, pero no sus agresiones.

La infanta Cristina se presentó en Bidart y vio a Iñaki con Ainhoa 

Ainhoa Armentia pensó que la infanta Cristina estaba loca. Se enfadó con Iñaki Urdangarin y no dudó en poner en conocimiento de la policía este episodio. Tanto el exduque como la infanta sabían que se complicarían las cosas si este episodio salía a la luz. Así que llegaron a un acuerdo de silencio.

Gracias a este episodio, Iñaki Urdangarin consiguió todos sus beneficios. Le recordaba a la infanta Cristina el episodio que podía ver la luz si él hablaba. La madre de sus hijos le pidió que nunca lo contase públicamente. Sería un escándalo. Fue en ese momento cuando el exjugador de balonmano le pidió el divorcio y le recordó que pondría sus condiciones.

Iñaki pidió mantener sus escoltas mientras se separaba de la infanta Cristina, y poder hacer usos de otros privilegios de la corona, como las casas en Baqueira o el palacio de Marivent en Palma de Mallorca. El exjugador de balonmano se enfrentó a Juan Carlos I y Felipe VI.

Iñaki y Cristina de la mano