La infanta Cristina se sintió humillada y traicionada cuando aparecieron las fotografías de Iñaki Urdangarin dando un paseo por la playa con otra mujer. Ella ya sabía que su matrimonio no pasaba por su mejor momento. De hecho, no estaban juntos. El exjugador de balonmano se instaló en la casa de su madre, en Vitoria, cuando salió de prisión, mientras que la hermana de Felipe VI se quedó en Ginebra. Daban a entender que mantenían una relación a distancia. Nadie se planteó nada hasta la aparición de esas imágenes, la infanta y el resto de miembros de Casa Real ya habían sido advertidos. Tan solo unas horas más tarde Cristina e Iñaki anunciaron la separación mediante sus abogados.

A partir de ese momento se inició una batalla legal entre ambas partes para sacar el máximo beneficio. Iñaki Urdangarin ha culpado a la corona de todos sus males. Él sabe perfectamente que no era el único que debía pagar por el caso Nóos, había más implicados y más personas que conocían la trama, pero lógicamente la corona habría desaparecido. Todos se salvaron, incluso Juan Carlos I logró salvar a la infanta Cristina, pero con el exjugador de balonmano no pudo hacer nada. Alguien tenía que demostrar que la justicia era igual para todos con tal de calmar los ánimos de la ciudadanía.
La infanta Cristina no quiere que Iñaki Urdangarin tenga relación con Juan Carlos I
Iñaki Urdangarin siempre ha tenido una excelente relación con Juan Carlos. De hecho, a día de hoy aún la mantendrían para los pagos. Es el emérito quien se encarga de financiar la vida de millonario del exduque de Palma, algo que la infanta Cristina no consiente, pero es por su silencio. El guipuzcoano se embolsó dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció. Dos transacciones que se realizaron desde Suiza, como también se hace todos los meses una transacción de 25.000 euros mensuales de por vida.
Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin llevan sus encuentros con total discreción. Felipe VI no quiere que trasciendan, la infanta Cristina tampoco. Pide a su padre que deje de tener reuniones con él, ya no es nadie de la familia.
Según ‘Elcierredigital’, este último viaje de Juan Carlos I a Ginebra no habría sido por cuestiones médicas, o por lo menos no la base principal, sino por un encuentro con Iñaki Urdangarin para negociar condiciones. El exmonarca habría aprovechado su viaje para reunirse con el exmarido de su hija, con quien “estaría estrechando lazos”. “Ambos se están convirtiendo en grandes amigos y se habrían reunido en la ciudad suiza de Ginebra”, explican fuentes cercanas al entorno monárquico.
